No importa que tanto lo intentes, el futuro jamás podrá cambiar los planes del destino.
Desde el primer momento en que Hayden me habló de sus ganas de coger, supe que lo nuestro no sería más que problemas. Intenté no hacerle caso, no enamorarme pero es difícil con una chica como ella. Es maravillosa, inteligente, buena, es... es perfecta incluso con todos sus defectos.
Podría decir que Oliver es un afortunado hijo de puta, pero a decir verdad yo lo soy más. Soy el padre de su bebé, siempre estaré a su lado y veré crecer el fruto del amor que nos tenemos y eso no es poca cosa comparado a un matrimonio.
Hablando de matrimonios... observo a la mujer en mi cama la cual llora desconsolada y es que me bastó una noche con Hayden para saber qué es lo correcto, mucho más ahora.
Me duele ver llorar a Jess. No es una mala persona y puede que en su momento le haya reprochado el haber terminado su embarazo pero ahora lo entiendo, y le tengo cierto cariño, sin embargo no la amo. Cada minuto que pasa me convenzo que tratar de arreglar nuestro matrimonio es un error, un grave error, porque no hice más qe darle falsas esperanzas a alguien que en verdad me ama, solo porque quería olvidar a la mujer de bellos ojos que me atormenta incluso estando dormido.
Pase lo que pase, haga lo que haga, nada va a cambiar el hecho de que la amo más que a mi vida, a ella y nuestro bebé y no me interesa que se case pues sé que tarde o temprano, ella regresará a mí.
Es como siempre hemos sido, unos completos idiotas que esperan hasta el último momento para aceptar que no serán felices con nadie más.
—No lo entiendo... dijiste que me querías—susurra observándome con el maquillaje corrido.
—Y lo hago, te quiero—afirmo.—Pero a Hayden la amo, Jess y eso lo sabes desde antes de casarnos.
—Sí, pero creí que estando casada las cosas cambiarían, que me pondrías en primer lugar y... joder, no pensé que la dejarías embarazada ni que me serías infiel de esa forma—me acusa, creo que más dolida que enfadada a este punto.
—Lo nuestro había terminado, yo...
—No, tú habías terminado, no yo—aclara con el ceño fruncido.—Jamás estuve con alguien, la persona con la que todos creían que dormía no era más que un amigo gay que se quedó conmigo cuando nuestro matrimonio falló, pero jamás estuve con alguien más. Y luego regreso aquí y me entero que ella también lo hizo, que dormiste con ella y... la dejaste embarazada—las lágrimas caen por sus mejillas. Está tan conmocionada que los hipidos que la abandonan no le molestan y eso es demasiado, pues siempre le han molestado.
—Sabíamos desde el principio que no iba a funcionar—digo, acunclillándome frente a ella. —La amo desde siempre, Jess, no ha habido un día que no la haya amado casi tanto como llegué a odiarla en algún punto, pero lo que siento por Hayden no desaparecerá y tú no debes pasar el resto de tu vida a mi lado siendo infeliz, sabiendo que amo a alguien más y que a la mínima posibilidad, me iré tras ella.
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Entre Tus Brazos (AQS #4- libro I y II)
RomanceHayden lo tiene todo. Dinero, poder, belleza, talento. Cuatro cualidades que ponen el mundo a temblar cuando de Hayden McMurray se trata. Acostumbrada a una vida de lujos y riquezas, rodeada siempre de todo lo que ha querido, siendo la más consenti...