10|| Heridas.

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Las sensaciones que me abarcan no pueden ser de esta tierra

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Las sensaciones que me abarcan no pueden ser de esta tierra.

Siento todo esparcido por cada parte de mi cuerpo, es como si en cualquier momento fuera a estallar y a gritarle a todos que se vayan a la mierda y es que estoy cansada con todo esto de la boda. Me tiene harta.

Estoy de un humor de perro últimamente y es que desde qeu abro los ojos a la mañana hasta que los cierro por la noche, todo se trata de la boda. Qué usaré, que usarán las damas de honor, los centros de mesa, las decoraciones del salón, los votos...

Alterada, agotada, exasperada, de todo un poco he sido esta última semana. Necesito un descanso, mi mente me lo aclama, me lo pide a gritos pero no puedo hacer nada contra el escuadrón boda porque mis hermanas y mi madre se han vuelto locas.

—Podríamos hacer una decoración en tonos pasteles ¿Qué dicen?—propone Hope revisando los tonos en las telas.

—Oh, ¿Por qué no en tonos oscuros? Combinará con el aura oscura de Hayden estos días—comenta Heaven frunciendo los labios para no reír.

—Hagan lo que quieran, veré todo menos los tonos—digo agotada. Me levanto del taburete de la cocina y camino hacia el ventanal que da hasta la casa de Brendan, deseando regresar el tiempo y verlo cada mañana antes del instituto.

Los años pasan, demasiado rápido para mi gusto.

Escucho la discusión entre mis hermanas y mi madre pues son demasiadas mujeres y todas tienen una opinión diferente, todas quieren que sus gustos sean tomados en cuenta cuando en realidad todo debería tratarse de mí y no de ellas.

Cada día que pasa siento que no es mi boda la que están planeando, pues el vestido de las damas lo escogió Hope por supuesto, los ramos Heaven, los centros de mesa Hayley, la música de entrada por Lainer y el horario por mis padres.

Debería sentirme feliz de que estén ayudando pero lo único que siento es que están agobiándome. Y supongo que esto está lejos de terminar, pues en la entrada de mi casa veo el coche de Oliver ser estacionado.

—Mamá—la llamo calmada.

—¿Sí, cariño?

—¿Por qué Oliver está aquí antes de tiempo? —pregunto tratando de mantener la compostura y no terminar enloqueciendo.

Del coche no baja solo él, sino también sus padres y su hermana. Conclusión, si es momento para enloquecer.

Mi respiración se torna agitada, las manos me tiemblan y mamá lo nota pues me mira con el ceño fruncido sin llegar a comprender porqué mi ataque de pánico.

—¿Qué están haciendo sus padres aquí? —pregunto con tartamudez. Mamá toma mis manos y las junta, tratando de que entre en razón. —No es tiempo, no sé qué...

—Hija, mírame—me pide mamá. —Están aquí porque mañana es la cena de compromiso ¿Recuerdas?

Mi corazón se detiene por un instante. En mi mente comienzo a hacer cálculos y es que simplemente las fechas no concuerdan porque creí que todavía tenía cuatro semanas para la boda.

Entre Tus Brazos (AQS #4- libro I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora