08|| Invitados.

7.4K 677 143
                                    

La primera vez que llegué al centro de rehabilitación en Nueva York, Hope me acompañó

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

La primera vez que llegué al centro de rehabilitación en Nueva York, Hope me acompañó. Sostuvo mi mano en todo momento mientras recibía la noticia de que posiblemente necesitaría más cirugías para poder recomponer la fractura pues no estaba sanando adecuadamente. También la sostuvo cuando me quitaron el yeso y tuve que ver con mis propios ojos el estado tan terrible en que había quedado.

Lloré durante meses por las cicatrices que quedaron en mi piel, marcando para siempre una época en la que duré semanas enteras sin poder pararme de una cama por mi cuenta.

Lo que más me dolió fue tener que pasar por todo esto, sola. No quise llamar a mis padres porque a decir verdad, verlos era un claro recordatorio de lo que había perdido, entonces lo hice por mi cuenta.

Lloraba por las noches cuando no tenía a quién abrazar, y lloré más cuando Brendan dejó de escribir porque no tenían a quién contarle lo que estaba pasando. Y entonces llegó Oli.

Con su sonrisa traviesa y las constantes pláticas sobre arte y arquitectura, encontré algo fascinante en él, en la forma en la que me veía. Y fuimos felices mucho tiempo. Se tomaba el tiempo de su trabajo para sostener mi mano pre y post cirugías, para cuidarme en mi apartamento a sabiendas de que no podía hacer nada por mi cuenta y me enamoré.

Sí, me enamoré de Oli. De sus atenciones, de sus constantes llamadas solo para decirme sus chistes malos para hacerme sonreír, de las rosas que enviaba cada mes y del hecho que jamás me juzgó o dejó sola.

Con él comprendí que el amor no se basa en tiempo, ni en problemas o sexo, se basa en comprensión, en escuchar, acompañar, ayudar al otro. Él me hizo el amor mucho antes de siquiera poner una mano sobre mi piel.

Y creí que lo tenía todo controlado, creí que parte de mí había aceptado el que Brendan ya estaba fuera de mi vida pero... lo amo.

Mi cuerpo entero me lo grita, los recuerdos que invaden mi mente cada que lo veo solo son un constante recordatorio de que no pudimos ser, de que más allá de todo lo que pasamos, el amor que nos tenemos siempre será constante.

No importa quién se traviese, siempre seremos un nosotros.

Sea como sea, no estamos hechos para estar juntos a pesar de amarnos. Confirmé eso cuando supe que me tenía a su lado solo para buscar un culpable, cuando me lanzó sobre el sofá, cuando dijo que estaría mejor muerta y... y cuando casi muero por sus manos.

Dije que no importaba. le dije eso a Brendan, a mis padres, a mis hermanos, me lo dije a mí misma, pero el hecho es que sí importó. ¿Cómo puedes olvidar el que alguien a quien amas casi te asesina?

Durante días completos tuve pesadillas. Despertaba observando a mi alrededor en busca de Brendan, llorando como lo recuerdo, y no era capaz de conciliar el sueño de nuevo así que no encontré otra solución más que buscar ayuda en la terapia.

Entre Tus Brazos (AQS #4- libro I y II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora