Hayden lo tiene todo. Dinero, poder, belleza, talento. Cuatro cualidades que ponen el mundo a temblar cuando de Hayden McMurray se trata.
Acostumbrada a una vida de lujos y riquezas, rodeada siempre de todo lo que ha querido, siendo la más consenti...
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Es increíble la felicidad que ha traído a mi vida una simple propuesta como esa.
No tuve tiempo de decirle a mis padres lo que pasó pero me concentré en llamar a mi antiguo entrenador y una diseñadora para mi vestuario. Si estoy decidida a hacer esto debo practicar más que nunca.
Según la información que me enviaron la competencia será entre desde el 14 de febrero hasta el 19. Apenas y tengo unas tres semanas para practicar, así que apenas regresamos a casa comienzo a preparar las maletas para regresar a California donde se realizará la competencia.
No quiero esperar más tiempo así que yo preparo las cosas mientras Brendan acelera el proceso de los boletos una vez más.
—Iré a prepararme, salimos esta noche—dice sonriendo.
Quiero besarlo pero estamos a mitad del pasillo de la casa, así que solo le agradezco caminando a mi habitación.
Estoy en las nubes, sé que mis hermanos están pasando un mal momento pero yo necesito esto. De verdad necesito tener algo que me devuelva las ganas de vivir, de ser más, porque siento que lentamente las desgracias ajenas están consumiéndome. Hoy fue la primera vez que patiné en mucho, mucho tiempo y a pesar de sentir las extremidades entumecidas es la mejor sensación del mundo. Y no quiero renunciar a eso.
Con la confirmación de mi entrenador diciendo que está disponible para comenzar a trabajar cuando yo desee, me apresuro más en armar mi maleta. Tanto que hasta ahora no noté que Jack está parado en el umbral de la puerta de mi habitación.
—¿Te vas de viaje?—inquiere con una ceja en alto.
—Yo... iba a decírtelo, necesito regresar a California antes pero tú puedes quedarte aquí, si es lo que quieres—murmuro, haciéndome la tonta.
—Vine por ti, ¿Crees que me quedaré si te vas?—está enfadado, lo sé por su tono de voz y la mirada asesina que me lanza. —Iré a preparar mi maleta.
Trago grueso cuando se marcha, no porque le tenga miedo sino porque simplemente estoy despertando un lado odioso de él que pensé no tenía. Lo estoy volviendo alguien que no es y realmente no estoy disfrutándolo.
La puerta de mi habitación se mantiene abierta mientras continúo empacando.
Decido dejar un mensaje en el buzón de mamá, trato de llamar a mi tía para dejarle saber que dejaremos Londres, pero tampoco responde. De seguro y el tema de mis hermanos los tiene divididos para poder manejar todo al mismo tiempo. Me trago la enorme bola que tengo en la garganta junto al deseo de ser felicitada por mis padres, y continúo con mi tarea de terminar de empacar.
No llevamos mucho tiempo aquí así que no me lleva mucho cerrar el cierre y bajar la maleta de mi cama. Me observo al espejo y un gran dolor se instala en mi pecho al notar el rasguño que me ha quedado gracias a Lainer.