La Princesa Vampiro; Un Mundo Desconocido

4. - Capítulo I : Él Aventurero De La Perdición

Debían ser precavidos, una emboscada en las llanuras era una probabilidad baja y muy letal de ser así. El sol golpeaba fuertemente sus hombros mientras que la princesa recorría a un lado de ellos con la mirada sobre el verde prado.

Algunas esponjosa nubes se podían ver en los hermosos cielos, al norte unas montañas que cruzaban esas grandiosas nubes cómo si tan altas no estuvieran. Esas montañas pertenecían a los fascinantes dragones, aunque no se habían visto surcar los cielos en un largo período de tiempo. Muchos años en realidad.

Caminaron un largó trayecto en el cual la incomodidad creada por la inseguridad de Colmillo de Dragón incrementaba con el pasar de los minutos. Llevar tal carga con ellos dificultaba las cosas, y cualquier otro problema que se presentará haría lo mismo.

—¿A cuál ciudad dicen que vamos? —Preguntó la princesa Aki pensando en dónde podría encontrar ayuda para su problema actual.

—Princesa, vamos a la capital del reinó de Rhoiseth, está a tan sólo un día de nuestra posición actual. Llegaremos tan pronto cómo sea posible —Respondió Colmillo de Dragón.

— ¿Tiene interés con ese reinó, princesa? —Comentó Nonek.

La princesa Aki respondió con un "No" un tanto seguro. La relación entre su Rhoiseth y su reinó no era la mejor. Hablaban él mismo idioma y a su vez compartían mucha cultura, pero Rhoiseth tenía aliados que eran enemigos del reinó de la princesa, y eso tenso la relación que ambos tenían.

Pedir ayuda a ese reinó conllevaba un peligro incierto. Por un lado estaba la posibilidad que la ayudasen a regresar a su lejano reinó, por otro lado, cabía la posibilidad de que fuera vendida a sus enemigos para ser empleada cómo objetó para llevar a su propio reinó abajo.

La responsabilidad era alta y arriesgarse era muy peligroso. Pero de otra manera estaría lejos de su hogar mucho tiempo, y estar fuera tanto tiempo también podría llevarla a un final trágico.

Fueron sus pensamientos interrumpidos abruptamente cuándo el aventurero de rango platino, Colmillo de Dragón, gritó desesperadamente al ver cómo detrás de ellos una docena de asesinos reales los seguían rápidamente.

Tanto la princesa Aki cómo los dos aventureros corrieron, y los últimos dos dejando al animal muerto para aligerar la carga.

La característica capa, esos guantes hechos a la medida y ese equipamiento ligero los delataba a la vista. De igual modo huyeron.

Estaba claro que librarse de ellos estaría difícil, aún más a descubierto cómo lo estaban en ese entonces. Fue el momento exacto en que Colmillo de Dragón se detuvo y desenvainando su gran espada amenazó a los asesinos a un enfrentamiento, invitando a Nonek y a la princesa a que huyeran mientras les daba algo de tiempo.

Claro, funcionaria si los asesinos le prestarán atención y no lo rodearan para seguir a los otros dos.

—¡Nos alcanzan! —Grito la princesa al girar su cabeza, viendo a esa docena de asesinos acercarse violentamente hacia ellos.

Fue el momento exacto en que Nonek Blackburn se detuvo y empleando su arma ferozmente provocó un corte que mataría a una persona promedio. Sin embargo, el asesino golpeado cayó al suelo con un gran tajo que ni siquiera le daba importancia.

Fue entonces que de los orificios del casco de Nonek Blackburn se desprendió su violencia. Girando su arma rápidamente, provocó un segundo corte en el asesino que amputo su cabeza y dejó su cuerpo en dos piezas muy claras.

—Ya comprendo este mundo —Murmuró Nonek para sí mismo, siendo sus palabras oídas por el sensible sentido que la princesa actualmente poseía.