3.- Capítulo I : Él Aventurero De La Perdición

62 15 12
                                    

Al despertar Colmillo de Dragón, se percató que tanto su compañero cómo la princesa no estaban. Levantándose aceleradamente, procuró revisar los alrededores en busca de ellos, pero fue un susto que recibió cuando su compañero volvió a aparecer juntó a la princesa y un animal muerto a la arrastra.

—¡Que hacías con la princesa tan lejos, pudo ocurrirle algo! —Exclamó.

—Dejarla contigo no es una alternativa —Respondería el aventurero bastante sereno al respecto.

Lo que había ocurrido durante esas horas nada más lo sabían ellos dos. Y la princesa Aki estaba realmente sorprendida por el material que había contratado.

En mitad de la noche, mientras ambos estaban frente a la fogata, aquel aventurero se levantó repentinamente tras haber estado estático durante varias horas. Lo inusual del acto la sorprendió un poco, pero pensó que sí el la veía despierta podría sospechar sobre su naturaleza actual, y rápidamente fingió estar dormida.

El aventurero desenvaino su arma y utilizando la parte opuesta de la hoja con filo golpeó suavemente a la princesa.

—No finjas estar dormida, princesa. Ahora levántese y sígame. O puede quedarse con esa piedra inútil —Esas fueron sus palabras, bastante inusuales para ser un aventurero y muy frías para ser humano. Sin embargo, tenía razón en algo, quedarse con Colmillo de Dragón no era una opción. Si eran atacados él poco podría hacer dormido. Razón por la cual consideró que seguirlo era la mejor opción.

Aquel aventurero sin esperarla o algo por el estilo avanzó por el bosque hasta que fue perdido de vista, fue entonces que la princesa se levantó rápidamente y corrió hacia él.

La velocidad con la cual corría era imposible para alguien de su contextura y además alcanzó al aventurero en menos de tres segundos, tiempo que él tenía contado.

—Princesa, Usted a de correr mucho, ¿no es así? —Dijo con cierto sarcasmo evidente.

En ese momento, la princesa Aki se molesto con el aventurero. ¿Acaso él le estaba faltando el respetó al hablarle de ese modo?.

Sin embargó, antes de que pudiera decir algo fue que él aventurero detuvo una flecha frente a los ojos carmesí de la princesa.

—Duendes —Susurró el aventurero.

La princesa estaba viendo claramente la punta de la flecha, era algo que en vida seguramente la pudo haber aterrorizado, pero que ahora sólo fue susto minúsculo.

Quebrando la flecha con su mano, le sugirió a la princesa que se quedara detrás de él. Y ella lo hizo instintivamente. Tras aquello, la siniestra risa de una docena de duendes llegó hasta ellos, entre los arbustos se podía ver el reflejo de sus amarillos ojos repulsivos.

La princesa había oído sobre los duendes, criaturas horrendas que atacaban pueblos y secuestran mujeres, roban rebaño y destrozan las cosechas. Pero jamás creyó que realmente fueran más aterradores que en la descripción de un libró.

Pequeños y numerosos, grandes ojos amarillos con pupilas rectangulares. Piel verdosa y realmente asquerosa. Una nariz puntiaguda que alcanzaba los cinco centímetros de largó.

Casi desnudos del todo, llevaban arcos y flechas fabricadas por ellos mismos. Incluso tenían pequeñas cuchillas que utilizaban para matar a sus enemigos.

—¿Estaré bien, verdad? —Diría la princesa mientras observaba desde la espalda del aventurero a tale criaturas siniestras.

El aventurero suspiró pesadamente y simplemente ignoró lo que dijo. Sujetando su arma con una mano comenzó a caminar hasta el grupo de los duendes para eliminarlos. Sin embargo, era una trampa.

La Princesa Vampiro; Un Mundo DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora