39. - Capítulo VI : La Batalla En Raewiel

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Nonek al ver que Aki habia sido golpeada no dudó en reaccionar con violencia, pero de nada le sirvió. Oriax no se detendrá hasta haberlo matado.

Fue el momento en que Scarlet llegó. Usando su fuerza de vampiro, atrapó a Oriax entre sus extremidades mientras lo inmoviliza con las piernas. Esto permitió que Nonek pudiera levantarse del suelo y acudir a la princesa Aki.

La maldición que habia adquirido le impedía hacer uso de su magia con libertad, similar a lo que hacía la serie prohibida de los sacrificios de sangre. Sin embargo, su voluntad era más fuerte que su propio dolor. Y aplicando un hechizo curativo inferior en la princesa le alivio el arduo dolor que permanecía latente en su rostro.

Debía cuidar su recipiente hasta el momento de hacer la transferencia de almas y regresarla a su cuerpo original. No le servía de nada un recipiente débil si no soportaría la transferencia.

Entonces Oriax al intentar librarse del agarre de Scarlet, haría uso de su demonio para lastimarla y forzarla a que lo soltara. Cosa que le funcionó tras dejar severas quemaduras en el cuerpo de la vampira.

Los aventureros seguían intentando frenar a Oriax, pero las cosas seguían complicándose ahora que Nonek estaba de pie, enfrentando a Oriax.

Fue cuándo estaban a segundos de matarse el uno con el otro cuando los reyes de la nación llegaron juntó al resto del poderío que tenían. Las doncellas de combate que habían vencido rodearon a estos dos, forzando a que se detuvieran mientras un buen número de guardias se reunieron alrededor del grupo de aventureros.

—¡¿Que es lo que sucede aquí?!— Dijo el rey de Raewiel equipado con su armadura y gran espada distintiva en su mano.

Los aventureros guardaron silenció, Oriax aún estaba alterado y Nonek a centímetros de usar un pergamino.

—Padre, hemos derrotado al demonio de caos y a aquellos que buscaban hacerse con el poder del reino. Sin embargó, aún nos queda lidiar contra el monstruo Flagelo que se dirige hacia nuestra nación.— Diría Aki apresurada, levantándose y tomando una postura ordenada.

—¿Quién eres tú?

—Padre, soy la difunta princesa de Raewiel, Aki Reiko

Tanto el rey como la reina se ven aturdidos. La mirada en esa extraña pertenecía a la familia real, pero su aspecto no era el de su hija tal cual.

—Es imposible, ¡la vi morir a manos de ese monstruo!

—¡Padre, debes creer! Tan sólo fue una actuación real para engañar a los espías de mi tío. Nonek tomó mi alma y la traslado a otro cuerpo, es todo

Esta demás mencionar que los aventureros aún no se percataban de que estaban rodeados de Keiyurs Vampirics.

El rey observaba incrédulo a aquella niña que se hacía llamar su hija. La reina por otro lado tenía esperanzas de que si lo fuera. Su corazón muerto lo sentía. Latía débilmente gracias a la esperanza que había.

Las fuerzas aliadas de Nonek llegaron, rodeando a cada guardia y doncella de combate tan rápidamente que resultó ser irreal para todos.

—Bajen sus armas, no son el enemigo.— Ordenó Nonek, y los observadores soltaron a todos quienes habían atrapado. —¡Escuchen! podemos pelearnos entre nosotros toda la noche y no conseguiríamos más que hacer el ridículo. Ahora mismo Flagelo esta camino hacia Raewiel con quinientos mil monstruos listos para pelear, para matar. Si nos quedamos aquí sin hacer nada todos nos morimos.

—Pero salir a enfrentar a Flagelo no es muy diferente a eso, terminaremos muriendo de igual forma.— Comentó La Rosa Escarlata.

—Estamos hablando del monstruo mítico más problemático de todos, no es cómo si pudiéramos derrotarlo. Además, esta acompañado por una cifra absurda, ¿Cómo piensas ganar una batalla que estuvo perdida en el momento en que Flagelo decidió movilizarse?— Agregó Oriax.

La Princesa Vampiro; Un Mundo DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora