Durante ese trayecto mantuvieron un silencio incómodo. No habían palabras que intercambiar, sin embargo, sentían el impulso de hacerlo.
Los cristales que alguna vez no pudieron ver se hacían presentes a ellos ante la brillante luz purificadora que Aki conjuro para iluminar el camino. Unos brillantes verdes incrustados por aquí, otros hermosos rojos por acá. Incluso habían violetas, un color inusual entre estos cristales.
La nigromante, por muy extraño que fuese, comenzó a hablar. Pero no de manera normal, más bien como si se estuviera abriendo a ellos.
—Saben, antes de estar con ustedes no tenía propósitos. Tan solo quería pertenecer a algo, pero me había condenado al tomar la inmortalidad. Mi cuerpo fue muriendo y tuve que tomar uno nuevo. Pero ahora ya no importa, estoy con ustedes y de cierta manera me hace feliz. Aunque me vean con desprecio, estoy firme en mi convicción de que les llegare a agradar.— Dicho eso, un rostro confuso se expreso en su rostro. —¿Qué acabó de decir?
Scarlet pensaba burlarse de ella, pero sus palabras no fueron exactamente las que había pensado previamente.
—Te entiendo. Al principio creí que Nonek era alguien cruel y sádico, pero descubrí que en el fondo es alguien dulce y tierno que busca compañía en sus solitarias aventuras. Incluso a veces he dejado de verlo como un padre y verlo más como mi... ¡¿Que estoy diciendo?!
Incluso con sus emociones siendo oprimidas, Scarlet no pudo evitar ocultar la inmensa vergüenza que en esos momentos estaba sintiendo.
Nonek por su lado entendió que algo estaba afectándolos de forma general, obligándolos a decir la verdad oculta por accidente.
—Ustedes...— Pronuncio lentamente, luchando ferozmente para evitar decir lo que creía que iba a decir. Luego se convención de que sería imposible y por ello mejor se callo antes de decir algo incómodo.
Aki, por su parte, ya había descubierto que era aquello que estaba causando todo eso, pero tan sólo por gracia no se los reveló porque seguramente algo incómodo también diría.
Los cuatro avanzaron en silenció hasta que sintieron la necesidad de hablar ante el silencio formado. Esta vez Scarlet reveló que le tenía un profundo terror a las orugas, pues las encontraba aterradoras.
La nigromante reveló como respuesta a esto que le temía al vacío, pues era algo que se encontraba fuera de su compresión y le resultaba muy desolador. Luego se formó una discusión entre las dos sobre que era más aterrador. Por obvias razones resultó algo cómico, pues Scarlet no era muy tolerante a ser juzgada, menos por alguien a quien le temía a la muerte siendo un no muerto.
Aki le enseñó a Nonek en silenció uno de los cristales en la pared, uno verde en realidad. Casi por un medio divino se comunicaron sin intercambiar palabras, señas o algún otro tipo de comunicación que diera a entender con exactitud lo que intentaba decirle.
Entonces Nonek con su puño golpeó aquel cristal, rompiéndolo en el acto para así regular las incómodas declaraciones de ambas a su espalda.
—Aki, ¿Qué era eso?— Preguntó Nonek mientras retiraba su puño y así los rotos cristales.
—Es... Bueno, era un cristal de la verdad. Muy difíciles de encontrar. Hacen que los individuos al hablar revelen los secretos en su interior, incluso aquello que no deberían decir. Solo hablaran con la verdad hasta que el cristal haya sido roto o sea aislado de ellos.
—¿Era un cristal el que estaba haciendo todo esto?— Preguntó Scarlet sorprendida.
—Ahora es un buen momento para estar muerta.— Comentó la nigromante indignada y avergonzada.
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La Princesa Vampiro; Un Mundo Desconocido
FantasySer parte de la realeza no es sencillo, mucho menos cuándo por accidente todo un reino se ve sometido a una transformación total. La supuesta causante de la transformación de todo el reino es nadie menos que su propia princesa, y todo por estar prac...