Tras un exalto despertó en una suave cama en una extraña mañana. La cálida luz del sol entraba por la ventana, acariciando suavemente su piel mientras parecía recordar esa sensación con gran torpeza. Su armadura se encontraba cuidadosamente ordenada a un lado de la cama, de misma forma como lo habían hecho con su equipamiento.
Luego de unos segundos donde intentaba orientarse, se dio cuenta que estaba sintiendo el calor del sol. Aquello refresco sus recuerdos. Las maldiciones que habia adquirido durante la luna de sangre y luego contra Flagelo, esas lo estaban devorando, lo estaban matando. Sin embargo ya no las sentía en su alma, como si hubieran desaparecido de la nada misma, cosa que en si era imposible.
Fue cuando sintió algo moverse a su lado. Al observar aquello se encontraría con el desnudo cuerpo de Aki, o al menos el desnudo recipiente que él le habia creado.
Por incomodidad o algo más apartó la mirada, confundido por su acto debido a que antes ver un cuerpo desnudo le era totalmente indiferente.
Quizás fue porque se trataba de Aki, o porque ahora sí era capaz de sentir aquello que antes no.
Al revisar su estado con magia, descubrió que estaba mejor que bien. Al parecer las maldiciones se habían desvanecido y su estado vivo se había restablecido. Había abandonado su deseo de profunda venganza y eso fue causa de su producto actual.
Volviendo con la princesa, se aseguró de cubrirla con las blancas sábanas mientras pensaba en lo que debía hacer ahora.
Quería saber lo que había ocurrido después de la victoria, después de que cayera rendido ante el gastó de vitalidad excesivo que habia sufrido a causa de sus actos.
Y por esto mismo fue que se levantó. Se vistió con sus prendas y seguido con su armadura. Retirándose del cuarto mientras dejaba a la princesa atrás. Lo que él no sabía era que Aki si estaba despierta.
Se dirigió hacia el exterior del palacio, evitando el contacto con las sirvientas y los guardias, incluso con el grupo de aventureros. Y tras evadirlos a todos llego al exterior, lugar donde se encontraría a un par de Observadores que parecían preocupados.
—¿Qué es lo que ocurre?— Les preguntó.
Estos al verlo se exaltaron y se inclinaron ante él.
—Hubieron rumores de que usted no volvería. La hechicera y la gran sacerdotisa hicieron lo posible por salvarlo.
—¿Lo posible?
—Han pasado tres días desde la batalla contra Flagelo. Y la señorita Aki les contó a los demás sobre tu estado.
—¿Dónde está Scarlet?
Los observadores se miraron entre ellos temerosos.
—Tras lo que ocurrió con usted y los múltiples fracasos de parte de la hechicera y la sacerdotisa por quitarle las maldiciones, Scarlet se decidió ir a matar a Flagelo. Se llevó con ella a la mitad de nosotros, la otra mitad se quedó a protegerlo a usted.
La información que le habían entregado implicaba que Scarlet moriría al llegar donde Flagelo, era algo inevitable al considerar el poder que ese monstruo tenía.
—Envíen a la otra mitad a combatir junto a Scarlet, es la prioridad ahora.
—Me temo que no podemos dejarlo, mi señor. Han ocurrido múltiples atentados en contra de la familia real y de usted.
—¡Les ordené que fueran!
Los observadores afirmaron y reunieron a todos para partir en cuanto antes. Por otro lado, Nonek utilizó magia de muy largo alcance y se comunicó por medio de la telepatía con Scarlet.
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La Princesa Vampiro; Un Mundo Desconocido
FantasySer parte de la realeza no es sencillo, mucho menos cuándo por accidente todo un reino se ve sometido a una transformación total. La supuesta causante de la transformación de todo el reino es nadie menos que su propia princesa, y todo por estar prac...