57. - Capítulo X : El Amanecer De Un Nuevo Día

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Ahogada en un mar de desesperación despertó abruptamente de su cama con la respiración agitada y los latidos a mil. El manto nocturno abrazaba con calidez la ciudad de Raewiel y a sus habitantes. La tenue luz de la luna ingresaba por una de las ventanas al cuarto de la princesa, iluminados vagamente su cama como una puerta.

Luego, una voz le hablo a la princesa en un rincón de su cuarto, con grandes ojos rojos que resaltaban en la profunda oscuridad.

—¿Otra pesadilla?— Pregunto una voz que logro identificar como la de Scarlet. —Últimamente no has descansado bien, si sigues así no podrás retomar tus labores como princesa con normalidad.

Tras lo ocurrido hace un par de días, Aki había sido incapaz de dormir con normalidad. Sus fuerzas habían caído abruptamente, y eso trajo la inminente preocupación de sus padres y de todo el reinó.

—Lo sé, pero, ¿Qué es lo que puedo hacer?— Dijo —Recuperé el respetó de Raewiel y regresé a todos a la normalidad. Aún así, estoy vacía por dentro.

A su lado se encontraba aquella brillante esfera que Nonek le había entregado. La sostuvo en sus manos mientras volvía a acomodarse en su cama, sin saber que era lo que debía hacer.

Entonces, Scarlet habló con cierta dulzura que extraña vez salía de ella.

—Aún así, me sorprende el resultado de todo el viaje entre ustedes dos y lo que lograron. Pelear contra primordiales y Flagelo, ¿Quién en su sano juicio haría eso?— Acercándose a una de las ventanas, observó la vista que tenía desde el palacio hacia la ciudad, sintiendo algo de calma con la tranquilidad que emanaba el lugar.

—¿Qué es lo que harás ahora?— Le pregunto Aki a la vampiro.

Scarlet lo pensó en armonioso silenció. No había mucho que alguien como ella pudiera hacer, su condición le dificultaba mucho la vida. Pero, en esos casos recordaba a Nonek, quien era un monstruo con esencia de no muerto, por decirlo, una abominación, y aun así, entre los humanos convivió, entre los aventureros peleó, y nadie sospechó de él.

—Seguiré los pasos de mi padre y seré una aventurera. Tengo las cualidades para el trabajó, y, además, no será difícil dar una razón por la cual utilizó una máscara.

—Suena bien, aunque temo por tu seguridad más que nada.— Comentó Aki.

—No debes preocuparte, princesa, estaré bien.

Un breve silenció se formó entre ambas. Mismo silencio qué Aki rompería con una pregunta:

—¿Sabes algo de la nigromante?

Y Scarlet respondió:

—No he vuelto ha saber de ella desde que se fue. Lo único que me dijo fueron unas palabras de despedida y es todo.

Nuevamente ese silenció se formó. No había mucho que compartir desde la partida de Nonek. No habían hecho algo que realmente mereciera mención, y lo sabían.

—También he venido a despedirme, princesa— Finalmente dijo Scarlet, volteándose hacia la cama donde se encontraba Aki mientras posaba una de sus blancas manos sobre el cristal.

Aquello desencadenó una reacción en la princesa que no fue percibida por la vampiro. Al haber oído las palabras de Scarlet aquel vacío se volvió aún más grande, pues volvería a estar de cierta manera sola, siendo quien era y nada más.

—¿También te vas?— Preguntó Aki ocultando su débil voz.

Scarlet lo confirmó verbalmente, provocando silenciosas lágrimas en la joven princesa que no pudieron ser contenidas.

La Princesa Vampiro; Un Mundo DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora