24. - Capítulo IV : La Rosa Escarlata

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Parte 1

¿Tu deber es protegerlo?... Bien, cuando mueras él también lo hará. No me importa si lo hago con mi último aliento, ¡Él se morirá!— Dijo La Rosa Escarlata convencida de aquello.

Ante su provocación, el gran Dragón de fuego, Nury Dit Kaye, respondió con una embestida feroz. Había entrado en el alcance de la hechicera y estaba listo para acabarla con sus afiladas garras.

Pero ella no era tonta, tampoco una inexperta como para permitir que un Dragón se le acercará. No. El gran Dragón se había precipitado, y por ello cayó en una mortal trampa explosiva.

La Rosa Escarlata había activado aquel hechizo en el momento de aplicar una serie de hechizos para el combate, entre ellos, un par de trampas que su función eran desorientar al gran Dragón.

Tres esferas de fuego aparecieron cerca de la cabeza del Dragón. Éstas estallaron con fuerza, provocando algo de daño en el cuerpo de Nury Dit Kaye.

Inmediatamente luego de eso, La Rosa Escarlata retrocedió varios pasos atrás mientras preparaba un hechizo de alto nivel. Necesitaba infligir el máximo daño posible en poco tiempo, o sería ella la que terminaría perdiendo la batalla.

¡"Corte en la Realidad".— Conjuro. Y del movimiento de su mano se desprendió una veloz mancha roja borrosa.

Aquella imagen golpe el pecho de Nury Dit Kaye, provocando un corte tan grande y profundo que había conseguido que este sangrara violentamente.

Pero el gran Dragón de fuego no estaba para nada contento. Volteándose rápidamente, llevó con fuerza su cola contra la hechicera, quien no alcanzó a reaccionar a semejante ataque.

Lo que quedaba de su barrera se quebró cual cristal, y la gran pesada cola del Dragón golpeó el abdomen de ella, arrojándola contra una de las paredes donde finalmente recibió en bruto todo el daño.

Estaba totalmente adolorida. Había recibido daños a nivel interno y su cuerpo lo sabía.

La Rosa Escarlata escupió sangre mientras mantenía sus dos manos en el abdomen, intentando apaciguar de alguna manera el dolor que sentía.

El gran Dragón no perdió la oportunidad y realizó otra embestida. Pero fue entonces que uno de sus sentidos le alertó sobre esa decisión, provocando que se detuviera a varios metros frente a la hechicera.

¿Qué vil magia usas contra mí, hechicera?— Dijo Nury Dit Kaye, observando con recelo a la hechicera.

Ella, intentando recobrar el aliento, sonrió detrás de su máscara al ver que el gran Dragón de fuego había caído en en su segunda trampa.

Era conocido como "Aura de terror" el hechizo más peligroso de todos. Por lo general, aturdía a muchas criaturas débiles, pero infundía un terror en aquellos que eran más fuertes.

¡Respóndeme cuando te hablo, hechicera! Grito furioso ante el tormento que sufría.

¿Nunca has sentido miedo, verdad?— Respondió ella. —Ya es hora de que lo conozcas.

Sobre la cabeza de Nury Dit Kaye, el hechizo maximizado "Bola de Fuego" lo impactó siete veces. Creando un alboroto en su estado.

La Princesa Vampiro; Un Mundo DesconocidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora