Al llegar el amanecer, partieron tras una extensa búsqueda liberada por los espíritus del bosque al encuentro de espías. Una vez que se declaró seguro las dríadas despidieron a sus invitados con sus finas manos en alto.
La dríada primordial observó desde la distancia como ellos se marchaban. Su curiosidad le había pedido que investigarán a fondo a Nonek. Ella quería saber todo sobre él. Ella quería tener control sobre aquella entidad desconocida que perturba el orden en su querido mundo.
—Hermanas, mantenedlo vigilado. Quiero saber todas sus debilidades. Lo quiero muerto.
El camino estaba despejado de criaturas salvajes. Los cielos libres de espectadores. Los observadores al frente no detectaron presencia alguna en kilómetros de distancia, y los sentidos de Scarlet no le alertaban sobre ninguna presencia.
—Nonek, anoche me ibas a decir algo. ¿De qué se trataba?
Aquel monstruo observó a Aki mientras caminaban. En verdad quería decirlo, pero algo en su interior se lo impidió.
—No era nada importante, no debes preocuparte por ello.
Scarlet al oír aquello hizo que su curiosidad naciera, tocando el tema con una conversación que evidenciaba con claridad su intención, cosa en la que Nonek no cayó.
—¡Vamos! Tu siempre tienes algo ocultó. Tan solo dilo, ¿Qué tan malo puede ser?
—Ya lo dije, no es algo importante. Además, lo he olvidado. Fue algo que se dio a su momento.
Entre cerrando sus ojos, Scarlet observó detenidamente a ambos. Intentó identificar las partículas que desprendían y el aura que los rodeaba. Y tras unos minutos de exhaustiva investigación llegó a una leve conclusión.
—Ustedes dos se gustan.— Dijo abruptamente durante un armonioso silencio que se había formado, uno que fue quebrado ante las palabras que de su boca salieron disparadas cual verdad innegable pero inaceptable.
Tanto Nonek como Aki se voltearon a observar desafiante a Scarlet, misma quién se vio intimidada ante la penetrante miradas de sus ojos.
—¿Qué es lo que acabas de decir?— Dijo Nonek.
—¿Cómo puedes pensar eso, Scarlet?— Comentó Aki.
Ambos parecían estar en desacuerdo con la opción de la vampiro, sin embargó, las pruebas que ella les presentó los dejó en un estado pensativo.
—Si bien puede ser cierto lo que dices, se puede deber al hecho de que nos estamos encaminando a la salvación de su reinó.— Dijo Nonek sin presentar mayor disturbio en su conciencia.
—"Las partículas desprendidas por un no muerto son inestables. Es imposible reconocer su estado a menos que esté se encuentre en una etapa temprana de su despertar"— Recitó la princesa de memoria. —Es decir, no tienes certeza en lo que dices, un no muerto en mi etapa está muy alejado de un ser vivo.
Ante las objeciones presentadas, ella no pudo más que guardar silencio tras pedir una disculpa por el mal entendido, aunque en realidad ella se temía lo peor de parte de ambos, después de todo, Nonek ya no parecía ser el mismo a quien alguna vez había conocido.
Reiterando el hecho de que ninguno de ellos requiere de dormir o algún alimento, el realizar viajes tan largos resultaba algo más corto de lo que realmente eran.
En primer lugar, no necesitaban descansos para recobrar energías. En segundo lugar, nadie podía ser capaz de espiarlos gracias a una capa protectora sobre el área en la que ellos van viajando. Cortesía de Nonek. Y por esto segundo es que podían avanzar con libertad.
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La Princesa Vampiro; Un Mundo Desconocido
FantasySer parte de la realeza no es sencillo, mucho menos cuándo por accidente todo un reino se ve sometido a una transformación total. La supuesta causante de la transformación de todo el reino es nadie menos que su propia princesa, y todo por estar prac...