Capítulo 49 | Lejos de ti

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- ¿Dónde vamos? ¿Acaso me vas a secuestrar? - preguntó Calle cuando la camioneta comenzó a transitar cuesta arriba a uno de los cerros .

- Claro - puse los ojos en blanco como respuesta a su segunda pregunta  - y voy a pedir recompensa por ti.

- Te harías millonaria con esa recompensa - hablo presumida y jugó con su cabello.

- ¡JA! - exageré la burla - de seguro me pagan por tu rescate para que estés a salvo pero piden que no te devuelva.

- Oyeeeee - me enterró los dedos en las costillas y la abrace entre risas.

- Vamos a un lugar sorpresa - le acaricié el cabello - te va a gustar.

Daniela enterró su nariz fría en mi cuello y comenzó a darme besitos hasta que su piel se entibió y terminó por recostarse en mi hombro por unos segundos, hasta que las notificaciones de su teléfono empezaron a sonar sin parar.

- Ush - Calle se incorporó y busco el teléfono en su bolso para revisar.

No es que sea chismosa, pero estabamos muy cerca y fue inevitable leer esas peculiares muestras de cariño que estaba recibiendo entre tanto emoji de corazón y caritas sonrientes.

Calle comenzó a deslizar uno a uno cada mensaje desde la pantalla de bloqueo hasta que quedó en cero.

Maldita curiosidad, un calor interno me atacó.

- ¿Todo bien? - pregunté con normalidad al ver lo nerviosa que se habia puesto.

- Ss-i - bloqueó su teléfono y lo volvió a guardar sin mirarme.

- Probablemente Juli pagaría una recompensa por tu rescate - hice el comentario con una mezcla de broma y no para ver su reacción.

Los muchos mensajes que habia recibido eran de un contacto llamado "Juli S".

- Idiota - fue lo único que me respondió Daniela y pasó su brazo por mi abdomen para rodearme.

- Hablando de amigas, en la noche le celebraremos el cumpleaños a una amiga acá y hay fiesta privada ¿Me acompañarás? - traté de sonar lo más inocente posible.

El chófer me miró con cara de risa por el retrovisor y Calle lo notó.

- ¿Esa amiga tuya pagaría un rescate por ti? - Daniela se incorporó y me miró con sus ojos achinados, sabía a que se refería.

- Yo creo que si - interrumpió el chofer y me largué a reír.

- Averigualo - le dije a Calle mientras le daba un golpecito en su nariz.

- Eres idiota - volvió a abrazarme y me apretó contra su cuerpo.

Se había puesto celosa y sus mejillas coloradas la delataban.

¿Acaso "Juli S", se sumaba a las cosas por las cuales debía preocuparme?

Ignoré mis pensamientos y me dediqué a disfrutar de la compañía que me abrazaba. El viaje no duró más de treinta minutos y ya estábamos casi en la cima de uno de los cerros mas cercanos que estaban detrás del hotel.

Nos bajamos de la camioneta y entramos a aquella solitaria cabaña que se instalaba literalmente al medio de la nada.

- ¿Y esto? - habló Calle una vez que entramos.

- Digamos que es como una de las estaciones del personal de seguridad - traté de explicarme - Hay guardias aca en el sector que deben velar también por la seguridad de las personas que vienen esquiar o a hacer alpinismo - le saque su abrigo y lo colgué tras la puerta - entonces esta es un lugar intermedio que usan cuando vienen bajando desde el cerro más alto y si hay algún motivo que no les permita llegar al hotel, descansan acá - colgué mi abrigo en la puerta y le tomé su mano.

Ven, seremos | Caché [Pausada🥲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora