Ven, seremos | Caché [Pausada🥲]

Capítulo 47 | Definición

- De verdad que te amo - la mire a los ojos mientras ella me sonreía - no puedo engañarme más, un te quiero no es suficiente.

- Y yo te amo a ti - me besó el mentón - siempre te he amado - su boca avanzó hasta mi oído - y te necesito Calle, me estás volviendo loca con estos besos.

Sus últimas palabras fueron una descarga eléctrica en mi interior y un dolor inexplicable entre mis piernas.

Traté de hacer una cena romántica pensando que conversaríamos tranquilamente, lloraríamos y luego nos besaríamos solucionando todos nuestros problemas.

Pero no.

Definitivamente con Poché nunca nada resultaba según lo planeado y eso era exactamente lo que más me gustaba de ella.

...

(+18)

- Poché me voy a caer – hablé entre risas por haber tropezado con mis propios pies y afirmándome de su cuello.

Poché me estaba desabrochando el pantalón mientras yo caminaba de espaldas y ella iba casi encima mío, con movimientos torpes seguía besándome y tratando de terminar de desvestirme.

La cena romántica la pausamos y le pedí a los chicos que dejaran todo tal cual, que después volveríamos por la comida, que primero teníamos otras cosas que arreglar. Poché se reía de mi nerviosismo mientras yo tartamudeaba dándoles explicaciones que ellos no necesitaban y tampoco me habían pedido.

Tomamos el ascensor y nos vinimos directo a mi habitación. La habitación de Poché no era opción porque podían llegar a interrumpirnos y juro que si eso pasaba era capaz de lanzarlos por el balcón.

- Que difícil es esto – Poché seguía batallando con el botón de mi pantalón mientras me mordía el cuello.

- Te falta practica – le susurré al oído de forma provocadora.

- ¿Tú crees? – se separó para mirarme desafiante y yo solo me reí.

Poché dejó de batallar con mi pantalón y cambió la dirección de mi caminar provocando que chocara mi espalda con un muro frío debido a que nuestras prendas superiores ya no estaban en nuestros cuerpos.

- Jueputa Poché – la apreté por los hombros – que frío está esto. 

- Yo te caliento – habló sobre mis labios y luego paso su lengua con provocación por estos.

- Te apuras entonces que me congelo – mordí mi labio inferior, no aguantaba más.

Poché balbuceo palabras sobre mi cuello y su mano que hace segundos batallaba con el botón ahora se escabullía pasando lentamente entre mi piel y mi ropa interior para llegar al lugar que gritaba su nombre.

- Tu mano es tan cálida – le confesé al sentir como mi piel se quemaba bajo su tacto.

Llegó hasta su objetivo y comenzó a masajear solo como ella sabía, a su ritmo, ese que sabía que me dejaba a sus pies.

- Ahí – le dije al oído cuando sus movimientos me empezaron a cortar la respiración.

Poché aumento el ritmo y la fuerza con la que me tocaba, jadeaba en mi oído y yo gemía tímidamente en el suyo.

- ¿Ahí? – Poché preguntó para molestarme cuando la respiración se me volvió más irregular y los gemidos se colocaban más agudos.

- Si Poché, sigue ahí – dejé caer mi cabeza hacia atrás dándole un pequeño golpecito a la pared.