Capítulo 44.2 | ¿Dónde está?

1.1K 138 16
                                    

[POV DANIELA]

Cuatro paredes blancas, un televisor colgado del techo, en una esquina un sofá que se reclinaba para poder dormir en el, una pequeña mesa con un ramo de flores que mamá me cambiaba cada dos días, una pequeña mesa al lado de la cama, la cama y yo.

Era todo lo que llenaba la habitación del hospital en la que he estado pasando los últimos siete días.

Hace una semana estaba nerviosa por lo que sería un gran evento y por lo que vendría después. De lo que imaginé, nada fue real.

Ahora solo pasaba mis días en un hospital, en vez de estar en mi casa con mi rutina normal y asistiendo a la universidad como la gran triunfadora en la que me había convertido aquella noche. Por suerte mamá al inicio pudo pagar un poco más y me reservaron una habitación a solas, creo que ya estaría loca si hubiese tenido que compartir habitación con alguien más.

Todos los días eran iguales y eso consistia en cambiar los canales de la tv una y otra vez, ya me sabia la programación casi de memoria y nada me gustaba para ver.

Mi teléfono volvió a sonar.

Lo levanté para ver la pantalla y la notificación me decía que era otro mensaje de Poché.

"Marcar como leído"

Respire profundo y volví a dejar el teléfono sobre la mesa.

Por salud mental de ella y mía era mejor alejarla un poco estos días. Las cosas por acá no iban bien y no le quería dar más problemas. Contestarle un mensaje como si nada hubiese pasado era arriesgarme a que Poché lo interpretara como una luz verde y viniera corriendo hacia mi. Pero no podía ser de esa forma y no puedo tentar a la suerte prometiendo que todo estará bien.

Conociendo a Poché, haría lo imposible por llegar hasta mi habitación para darme un beso, un abrazo y verme aunque sean un par de segundos, pero no podía suceder, así que no tenía otra opción que ignorarla. ¿Me dolía? Claro que sí ¿La extrañaba? Más que nunca. Pero Poché probablemente también esté lidiando todos los días con lo que pasó la noche del evento, que a diferencia mía, ella lo recuerda todo. Así que a la culpabilidad que debe sentir por eso y sumandole que ahora debe tener encima a la policía todo el tiempo, llegue a la conclusión de que yo no quería ser una preocupación más en este estado.

Como si eso no fuera poco, para mi buena suerte la estadía acá se estaba alargando más de lo presupuestado. La herida se infectó en menos de 48 horas desde que me sacaron la bala y tuvieron que intervenir nuevamente. La incisión inicial era de siete centímetros, pero ahora tenía en mi pierna una herida de casi el doble, la recuperación iba a demorar más pero al menos ya no había peligro.

La herida se infectó porque lamentablemente a uno de los asistentes nuevos que participó en la operación se le quedó un trozo de gasa sucio dentro mio y eso fue lo que provocó la infección, por suerte pudieron actuar a tiempo, de lo contrario la infección se hubiese extendido quién sabe hasta dónde y otra historia estaría contando. Pero el problema mayor no fue ese, fue el escándalo que armó el señor Germán Calle, mi querido padre.

Apenas me operaron, el director del hospital llegó a hablar con mi familia para explicar la negligencia que había ocurrido. Según lo que me contó mamá, los llevaron a una sala privada y ahí el director les explicó el error, pidió las disculpas correspondientes en nombre del equipo y les dijo que no se preocuparan por mi estadía, que iban a devolver lo que había pagado mamá y todo correría por cuenta de ellos. Pero eso no quedó ahí, mi papá se enfureció y armó un escándalo, avisó que los iba a demandar y que me tenían que indemnizar, cuando lo trataron de calmar para negociar algún acuerdo sin necesidad de abogados, se puso más escandaloso gritandoles que yo podría haber muerto y un sin fin de tragedias más.

Ven, seremos | Caché [Pausada🥲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora