Capítulo 37 | III

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POV NARRADOR

Daniela vuelve al camarín y se siente literalmente en las nubes, siente que las piernas no le responden y que camina por inercia. No siente el peso de su cuerpo ni domina sus movimientos. No puede creer el poder que Poché tiene sobre ella.

Cuando entra al camarín suspira de alivio al notar que Laura ya tiene su peinado bastante avanzado, estaban muertas de la risa con las chicas que la peinaban.

- ¿Y tú dónde te metiste? – cuestionó mirando a Daniela apenas entro y mirándola por el reflejo del espejo.

- Eso no es de tu importancia – Calle levantó una ceja y siguió caminando.

- Si te atrasas y me perjudicas, si es de mi importancia – imitó el regaño como el que Daniela le había hecho hace unos minutos.

- Salí a tomar aire – contestó de mala gana – no me siento muy bien.

- Deben ser los nervios – opinó una de las chicas entrometiéndose en la conversación.

Daniela solo negó con la cabeza y volvió a suspirar, no entendía qué le pasaba y que la tenía tan distraída cuando debía estar totalmente concentrada en el evento. Observo cómo estaban las prendas repartidas por toda la habitación y encontró su traje colgado y perfectamente estirado. Así que se trató de relajar y agradeció que Laura hubiese dado la instrucción para que una de las chicas que las estaba ayudando planchara a vapor el vestuario de Daniela, porque ella lo quería impecable. Daniela pasa sus dedos suavemente sobre esto y les agradece. Ya era hora de comenzar a maquillar a Laura según lo planeado.

Al cabo de unos minutos, Laura ya estaba maquillada, peinada y con su primer conjunto de color negro ajustado a su figura. Estaba radiante y se veía preciosa, el traje estaba diseñado completamente a la medida de ella resaltando todas sus curvas y sus largas piernas. Le dejaron unos mechoncitos sueltos que caían por los lados de su rostro haciéndola lucir muy hermosa.

Como ya estaba lista, Laura se sentó en uno de los sofás de la habitación y comenzó a mirar su teléfono con insistencia. Calle notó como con ambas manos afirmaba su teléfono y lo miraba una y otra vez, las piernas de Laura no paraban de sacudirse provocando golpecitos de sus tacones en el piso, generando un pequeño eco en el camarín. A Daniela la colocaba nerviosa su actitud así que decidió encerrarse en un pequeño cuarto dentro del camarín para poder cambiarse. Aunque las chicas de apoyo ya se habían retirado y estaban solo ellas dos, no se cambiaría delante de su modelo.

Laura siguió actualizando la pantalla de sus aplicaciones una y otra vez, de vez en cuando miraba con nerviosismo a la puerta por si Daniela la abría, estaba esperando algún mensaje, alguna llamada, pero nada.

- Estoy nerviosa – confesó Laura sin quitarle la vista a su teléfono al instante en que Daniela abrió la puerta. Levantó su vista al no recibir respuesta y la miró sorprendida de pies a cabezas.

- ¡Wow! – Laura abrió los ojos y Daniela sonrió mostrando sus dientes blancos - Estás hermosa – susurró casi en un suspiro y embobada aun mirándola.

Calle vestía un traje elegante acorde al evento: de color negro su pantalón y su blusa ajustada con un cuello alto logrando resaltar su rostro, la chaqueta del traje y sus zapatos eran de color beige. Su cabello iba suelto con unas pequeñas ondas que le daban un aire entre ejecutivo y algo sensual.

- ¿Qué hora es? - pregunto Daniela dejando su bolso en el piso – siento que perdí la noción del tiempo – agregó.

- 21:45 – contestó Laura cayendo en cuenta que quedaban quince minutos para que comenzara todo y aún no recibía señal alguna.

Ven, seremos | Caché [Pausada🥲]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora