Las mil y un cosas que no te dije

Cuando llegan personas en situaciones inusuales.

Violet

Después de salir de la oficina de Nathan no puedo sacarme la sonrisa tonta del rostro.

— Violet, recuerda que nos reprendieron, así que ¡deja de sonreír así!

— Lo siento – digo mientras intento mantener una cara neutral.

— Violet, ¿podrías venir un momento? – me pide una secretaria que identifico pues recientemente ella me ha traído varios documentos

— Claro

— Solo quería informarte, el día de hoy llega el nuevo director de la junta médica, Es cirujano y probablemente venga aquí para presentarse con el personal. Me pidieron que te informara por si deseas no toparte con el antes de su reunión privada.

— Descuida por mí no hay problema, mientras no sea Victor Klauss, no tengo problema.

— Perfecto, eso sería todo, excelente día.

Regresamos a la sala de urgencias, por fortuna y para nuestra sorpresa el área esta asombrosamente tranquila. Estamos sentadas cuando de pronto comenzamos a escuchar un llamado del personal de ambulancias.

— Aquí ambulancia 53, llevamos a chico con herida en pecho, se le practico toracotomía en el lugar llegamos ahí en 3 minutos.

— Espera – dice Anna mientras toma el interfon y pregunta - ¿Dijiste toracotomía de emergencia?

— Así es, preparen quirófano de emergencia estamos llegando.

— ¿Dónde está la residente de cirugía?, la necesitamos – Pregunta Anna a las enfermeras que comienzan a preparar todo.

— Olvídate de ella, ¿Por qué realizaron una toracotomía de emergencia? – pregunto mientras me pongo los guantes.

Antes de que alguien, puedan responder a nuestras preguntas, Anna y yo salimos corriendo para recibir la ambulancia. Las sirenas se escuchan muy cerca. Cuando llegan, el paramédico que viene manejando el vehículo nos da pormenores.

Un enorme ventanal cayó sobre un joven de 15 años, los vidrios perforaron su pecho y se decidió hacer una toracotomía de emergencia en el lugar.

— No están capacitados para eso. – Dice Anna mientras sigue al paramédico

— Nosotros no lo realizamos – responde el paramédico mientras comienza a abrir las puertas de la ambulancia – él lo hizo.

Frente a nosotros, se encuentra un hombre con una mano dentro del pecho de aquel joven, está vertido con un elegante traje que ha sido completamente arruinado por la sangre que le ha salpicado por todos lados, esta de espalda a nosotros mientras continúa moviendo las manos en torno al paciente.

— Necesito un quirófano de inmediato - Dice en cuanto ve que las puertas se abren.

— Ya dimos aviso, solo falta encontrar un cirujano y...

— No se preocupen yo soy cirujano – responde el hombre y su voz me parece conocida.

— No trabaja aquí - Vuelve a decirle Anna.

— De hecho, a partir de hoy, trabajo aquí

En ese momento el hombre levanta el rostro para mirarnos y entonces que lo reconozco. Sus ojos color caramelo siguen iguales, Su cabello aún sigue ligeramente ondulado en las puntas, Sus hombros siguen tan anchos y parecen tan fuertes como la última vez que lo vi, y aquella sonrisa tan cálida que me ofrece en cuanto sus ojos y los míos se encuentran es idéntica a la que recuerdo.

— Hola Violet – dice Victor en un susurro

— Hola Victor – digo yo sin apartar la vista de él.