Cuando tomar una ducha por la mañana

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Violet

Despierto cuando siento un ligero roce en mi rostro, abro un ojo y veo a Nathan sonriendo a mi lado. su cabello esta alborotado, lo que le da un aire juvenil que me encanta. 

—¿dormiste bien?- pregunta con una enorme sonrisa en el rostro

—si, bastante - digo mientras lo abrazo y lo miro a la cara - buenos días

—buen día - tras decir eso él me besa.

Desgraciadamente el beso dura poco, Nathan es quien se aleja, yo lo miro haciendo un puchero, el suelta una carcajada y solo dice.

—Falta poco para ir al trabajo, tengo que ducharme 

—oh, claro - es lo único que se me ocurre responder. 

Me quedo donde estoy mientras lo veo levantarse de la cama y caminar hacia el baño, pero justo antes de salir de la habitación me mira con picardía y dice. 

—Si quieres puedes acompañarme, y prometo frotar tu espalda

Lo veo marcharse, estiro los brazos y me levanto dispuesta a seguirlo, pero por desgracia el timbre de la entrada suena de repente, suelto un suspiro de frustración y me levanto de mala gana a ver quien es tan temprano, cuando abro la puerta me sorprende encontrarme con Tom .

—Señorita Violet buen día - me saluda con una sonrisa. 

—Hola Tom

—¿Esta el señor Nathan?

—Esta tomando una ducha -  "y yo debería estar ahí ahora" pienso en mis adentros. 

Y como si hubiera esperado el momento exacto para aparecer Nathan atraviesa la puerta con el cuerpo chorreando agua y solo una toalla atada a la cintura. 

—Como no te apresurabas he venido por ti

Lo único que hago el cubrir mi rostro 

—Buenos días señor Benet - dice sonriendo Tom- al menos hoy lleva una toalla puesta. 

—Tom ¿Qué haces aquí?

—Vengo a informarle sobre asuntos de la compañía

—¿Qué sucede? - pregunta desconcertado. 

—Los abogados de la empresa solicitan su presencia para que firme loas documentos en los cuales renuncia a su puesto como director.

—Creí que todos estaba listo

—si no lo recuerdas tuve que salir corriendo para buscarte y arreglar todo los malos entendidos que se dieron esa noche. 

—Ahhh, cierto - digo un poco apenada

—De hecho - se apresura a decir Tom - los tramites y los abogados revisaron a fondo todo antes de dar su visto bueno, es por eso que recientemente se hará todo de forma definitva y legal. 

— ya veo. 

—Y estás aquí ¿porque... - Pregunta Nathan 

De pronto Tom se acerca y le entrega un sobre

—Boleto, Pasaporte y todo lo necesario para viajar, el vuelo sale esta tarde

—¿Que?

—¿Te vas? - pregunto sorprendida por el viaje improvisado. 

—debo avisar en el trabajo y... - Nathan comienza a pensar en excusas, pero la sonrisa de Tom indica que no debe preocuparse por ello. 

— Hable con su jefe y se mostro muy comprensivo en que usted falte unos dias. 

Miro a Nathan, tiene el ceño fruncido, mira el sobre en sus manos y despues de mira a mi. 

— Debes ir - le recuerdo — Mia necesita que vayas. 

— Lo se, es solo que no se si quiero dejarte aquí, tu audiencia esta por llegar y quisiera estar ahí para apoyarte. 

 — entre mas rápido te vayas, mas rápido regresarás. - digo sonriendo al saber que el esta preocupado por mi. 

—Esta bien - dice sonriendo - en ese caso...

Antes de que pueda decir algo mas Nathan se acerca a mi y con una habilidad desconcertante me coloca sobre sus hombros. 

— ¡¡Nathan!! ¿Qué Haces?, ¡¡Bajame!! 

—Tenemos poco tiempo 

— ¿para que? 

— para nuestra ducha y despedirnos antes de que te vayas a trabajar. 

Se que estoy completamente roja de vergüenza, Tom continua ahí sonriendo. 

— en ese caso será mejor que me vaya. 

— si eso será lo mejor - dice Nathan mientras continua caminando hacia el baño 

—Lo veo mas tarde Señor Nathan 

— Claro, estaré listo - dice mientras continua caminando - ah y Tom 

—¿si? 

—pon el anuncio de "no molestar", no creo que podamos recibir a nadie mas el día de hoy. 

—Como usted diga - de pronto se dirige a mi - Hasta la vista Señorita Violet. 

Estoy avergonzada, pero también de repente me siento un poco traviesa, aunque se que tengo la cara roja decido levantarla mirar a Tom y decir. 

—Adiós Tom, no olvides poner el anuncio y cerrar bien la puerta antes de irte. 

 — así lo hare señorita. 

Es lo ultimo que escucho antes de que Nathan y yo entremos en la ducha. 

Las mil y un cosas que no te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora