Las mil y un cosas que no te dije

Cuando huyes del crimen

Violet

Salí mas temprano que de costumbre para escapar de mi delito, además de eso necesitaba regresar a mis hábitos anteriores. Una de las cosas que había dejado de hacer después del accidente, era salir a trotar todas las mañanas, ahora que las cosas estaban regresando a un ritmo mas tranquilo podía darme el lujo de hacer esa actividad que mi cuerpo tanto extrañaba, me coloque mis audífonos y me desconecte de todo. no había pasado una hora cuando mi teléfono comenzó a soñar, mire la pantalla, sonreí un poco preocupada y tome la llamada.

— desperté y te habías ido. — me dijo la voz de Nathan antes de que yo pudiera decir una sola palabra.

— lo siento, salí a trotar ¿Sigues en la cama? - pregunte pues me sorprendió la tranquilidad de su voz.

— si, estoy por darme una ducha o... quieres que te espere - cuando dice eso, casi estoy segura de que esta sonriendo.

— pues...

No puedo terminar la frase, porque de pronto Nathan grita, con una mezcla de sorpresa, incredulidad y asombro.

— Violet ¿Qué fue lo que me hiciste?

me encojo de hombros y hago un gesto de disculpas.

— Lo siento... me deje llevar.

— tengo una junta con el nuevo jefe y el consejo medico, no puedo llegar así.

— Bueno, eso lo debiste haber pensando antes, si somo justos tu me atacaste primero

— admito que yo te bese pero no te deje marcas

Era cierto, en cuanto lo vi dormido lo primero que note fue el enorme chupeton en su cuello, no quería que se enojara y por eso huí.

— No voy a poder ocultarlo

—Perdón, no pude contenerme - digo sonriendo

— Todo mundo va a notar esto

— Quizás no, puedes decir que un mosquito te pico - digo en un intento por reparar el daño.

—Nadie, va a creer eso

— Tal vez si... además la gente no debe de entrometerse en lo que haces después de tus horas laborales.

De pronto siento una mano tocando mi hombro, cuando me giro me encuentro con Víctor sonriendo y cubierto de sudor.

— Te vi a lo lejos y estaba seguro de que era tu

— ¡Victor!

— Es perfecto que te encontrara

—¿por que?

—Tengo una propuesta indecente para ti

Cada vez que me decía eso, era para que lo ayudara en una cirugía, yo levanto la ceja y sonrio

— te escucho

— trasplante valvular ¿Que dices? ¿Estas libre?

— bueno... mi turno comienza en 3 horas ¿Cuándo seria la cirugía?

Victor mira su reloj y dices

— 15 minutos, 10, si corremos al hospital.

— perfecto - de pronto recuerdo a Nathan — solo... dame un segundo

Tomo mi teléfono, y le digo rápido a Nathan.

— tengo que irme, te veo en el trabajo, te amo.

Cuelgo la llamada y mirando a Victor digo.

— ¿una carrera hasta el hospital?

— el que pierda hace el papeleo

— hecho - digo sonriendo— en sus marcas... listo..

— fuera