Cuando te piden un deseo difícil de cumplir

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Violet 

Por fortuna logro dormir después de recibir la llamada de Nathan. Al día siguiente despierto con el dulce aroma del café recién preparado y la voz de Alba despertándome, incluso por un instante me olvido de donde estoy, mi mente incluso piensa que saldré de la habitación y encontrare a mis padres sentados en la mesa de la cocina esperando que yo baje para desayunar todos juntos. sonrío, consiente de que aquella escena nunca mas volverá a ocurrir.

Cuando me siento a la mesa Alba ya esta alimentando a Emma y para mi sorpresa Rob también esta ahí.  

— buenos días dormilona - Me saluda Rob con una sonrisa, de pronto me mira y parece sorprendido - ¡oh! 

Yo solo sonrío y coloco un dedo sobre mis labios le pido guardar el secreto 

—¿Qué pasa? - Pregunta Alba que estaba girada hacia Emma y se ha perdido de la graciosa escena   

—Nada - le mentimos  

Terminamos de desayunar y Rob se ofrece para llevarme al trabajo. Antes de bajar del auto él me recuerda que trabajaremos en el caso contra Klauss. 

—En cuanto salga del hospital te llamare 

—Perfecto, entonces te veo mas tarde. 

Salgo del auto y camino hacia la puerta de entrada cuando escucho el llanto de una pequeña, es tan fuerte que hace que varias personas que caminamos por ahí giremos la cabeza para ver que pasa, me sorprende ver a Víctor con cara de angustia junto a la puerta trasera de un auto. 

—Por favor querida, yo estaré ahí ¿no me quieres ahí? 

—¡¡No!!, yo quiero a mi mama, ¡¡¡QUIERO UNA MAMÁ!!! 

La pequeña vuelve a llorar, si es posible con mas fuerza que antes, Victor solo suspira, parece que no sabe que hacer, a esta altura ya estoy caminando hacia el auto para ver si puedo ayudar en algo.  

—Hola Víctor 

—¡Violet!, hola - parece un poco apenado, pero antes de que pueda decirme algo mas la pequeña Camila baja del auto y me abraza la cintura con fuerza.  

—Hadita, por favor, por favor cúmpleme un deseo ¿puedes? ¡¿puedes?! 

La miro y después miro a Víctor que tiene una autentica cara de dolor y frustración. Acaricio la cabeza de la pequeña y después tomo sus pequeñas manitas, me agacho para que nuestros rostros queden a la misma altura

—Tranquila, primero debes dejar de llorar - digo limpiando las lagrimas de su rostro - para que puedas decirme que ocurre, y así veré si puedo ayudarte 

—Yo - dice mientras intenta contener las lagrimas - yo...quiero una mamá para el festival.  

Lo que dice me toma un poco por sorpresa, miro a Víctor, sin saber que decir o hacer, no es un deseo que se cumpla con facilidad.  

—Lo siento Violet, es solo que... en la escuela están organizando un evento para madres e hijos, y ella bueno... 

—Todo mundo tiene una mama,  por que yo no tengo una ¡también quiero una! 

Camila vuelve a llorar, no es solo un berrinche, ella extraña a su madre. 

Yo me acerco y la abrazo con fuerza. 

—Tu tienes una mamá, solo que ella no puedes verla pero te aseguro de que ella siempre esta cuidándote  

—¿Cómo lo sabe? - logra preguntar antes de volver a llorar.

Suelto un largo suspiro y después acaricio su pequeño rostro.  

—Por que yo también tengo una mamá que ya no esta aquí, pero se que ella me cuida, lo se. 

Al decir aquello la pequeña deja de llorar y me mira con sorpresa. 

—¿tu mamé también se fue? 

—Si

—¿Por qué se van las mamas? 

—mmm - lo medito un momento - porque a veces no pueden quedarse, aunque lo deseen mucho, pero están en un lugar desde donde pueden mirar y cuidar de ti 

—¿de verdad? 

—Si, de verdad 

Parece que finalmente se ha calmado.

—Que te parece si hacemos esto, para que no estés sola en ese festival yo estaré ahí contigo, ¿qué dices?. 

El rostro de la pequeña se ilumina de felicidad. 

—De verdad Hadita ¿harías eso por mi? 

—Claro que si 

—¿Oíste eso papá?, ¿oíste eso?, ¡¡la hadita va a ser mi mamá!! 

Las mil y un cosas que no te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora