Las mil y un cosas que no te dije

Cuando te ayuda a decidir que hacer para el futuro.

Hace tiempo 

Después de hablar por un rato de música y películas el camino hasta nuestro destino pareció sumamente corto.

— Ya casi llegamos - Anuncio Víctor

—Genial.

—Entonces... ¿aun no sabes que estudiar?

—No, aun no

—¿Algunas opciones?

—Abogado, arquitecto, literatura, filosofía, ingeniería, rockstar, actriz 

—Un rango bastante amplio

—¿Tu elegiste ser medico por tu padre?

—Creo que si, pero eso no es todo

—¿No?

—No, lo hago por lo que mi trabajo me hace sentir – dice sonriendo – ese sentimiento de ser alguien de ayuda, de poder cambiar la vida de otros, es un sentimiento genial. Eso y el hecho de que me veo genial en bata ayudo un poco

—Ya veo

—No hay algo que te ilusione hacer

—Como tu lo acabas de describir no, pero espero...

No termino la frase, pues la camioneta de Víctor se frena de forma busca, estoy por decir algo cuando Víctor sale apresuradamente del auto. Yo hago lo mismo que el y es entonces que veo lo que esta sucediendo, un remolque completamente lleno esta sin control y esta impactando a múltiples autos, después de un largo tramo el remolque logra hacer una maniobra para quedar en la orilla de la autopista, chocar contra el muro de contención y finalmente detenerse.

—Toma – dice Victor mientras me lanza su celular – llama al 911, diles que hay un choque múltiple, con varios heridos, cuando termines saca de la cajuela un maletin que tengo y llévalo hasta donde este

—Pero...

—¡¡Rápido no hay tiempo que perder!!.

Hago lo que me pide, llamo a emergencias pido ayuda y después tomo la enorme mochila que esta en la parte trasera de la camioneta, mientras llego hasta donde esta Víctor veo que hay muchos heridos y muchas gente pidiendo ayuda. Cuando encuentro a Víctor esta de rodillas revisando a un hombre que esta cubierto de sangre.

—En la mochila hay gasas y guantes, tómalos y ayúdame

—Pero...

—¡¡¡Rápido!!!

Hago lo que me pide, me coloco los guantes, tomo un montón de gasas y después las coloco sobre el lugar que él me indica, el comienza a hacer cosas. Revisar aquí y allá, al final se pone de pie y solo dice.

—No se preocupe la ayuda esta en camino, tengo que ver a mas gente, usted no debe moverse

Yo lo miro, estoy un poco nerviosa y no se que estoy haciendo

—Vamos tenemos que valorar a otros mientras la ayuda llega

—Ok

—Tu valora a unos yo valorare a otros

—Pero no se como...

—Revisa que respire y tenga pulso, si esta consiente pregunta que le duele, si esta sangrado en algún lado intenta detener la hemorragia con gasa y vendas, no quites nada que este incrustado en su cuerpo, trata de tranquilizarlo y dile que la ayuda esta en camino ¿entendido?

—Ok -

—Bien, yo revisare a este hombre y tu revisa a ese de allá – dice señalando un cuerpo que esta un poco mas alejado, vamos no hay tiempo que perder.

Hago lo que me pide, cuando termino de hacerlo corro hasta donde esta él y le explico la situación, él sonríe y me dice que puedo o no hacer, la acción se repite una y otra vez los siguientes minutos, al final cuando escucho que las ambulancias comienzan a sonar, siento un enorme alivio. La sorpresa de los paramédicos es grande cuando se dan cuenta que los pacientes han sido valorados y tratados con los primeros auxilios. Víctor explica la situación de cada uno de los accidentados y al final solo quedamos él y yo.

Lanzo un largo suspiro, y me dejo caer en el asfalto

—¿Estas bien?.

—Creo que si, pero eso ha sido.¡¡ wow fue genial!!, mi corazón no dejaba de latir, mis manos no paran de temblar pero yo me siento genial.

—Es la adrenalina respira, ya pasara - me responde sonriendo 

—No se si quiero que pase

Víctor parece complacido por eso

—Eso fue lo que yo sentí la primera vez y fue por eso que decidí ser medico

—¿De verdad?

—De verdad, vamos es mejor que nos demos prisa o no llegaremos a esa feria

Yo niego con la cabeza y simplemente digo

—Creo que ya se lo que quiero hacer

El me mira con una sonrisa de satisfacción, y orgullo, extiende su manos hacia mi, yo la tomo, el tira de mi y me ayuda a ponerme en pie.

—¿Segura?

—Eso creo

—Esto es duro, difícil, extremadamente agotador

—Pero ...¿vale la pena?

El vuelve a sonreír

—Lo vale, claro que lo vale. 

—entonces.... Creo que ya se lo que quiero hacer

Él extiende su mano y yo la estrecho 

—bienvenida a bordo