Cuando hablan de átomos y materia

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Violet 

—¿Esperan a alguien mas? 

— A Nathan pero... 

—Ah... si. Alguien me dijo algo de un Sátiro en urgencias 

— Si el familiar del paciente es una mujer te aseguro que con ese atuendo el problema se resolverá 

Dorian mira a Sandra, o mas bien Darth Vader, y simplemente niega con la cabeza.  

—¿que?, puedo ver no tocar. 

 —entonces... ¿entramos? 

Cuando entramos en la zona donde es el baile, me doy cuenta de que todos los disfraces son de personajes de fantasía o de franquicias de películas, no hay enfermeras sexys, policias sexys o disfraces demasiado reveladores.  

— Mi hija estaría aquí y como adora el mundo de fantasía así que...

—Por eso te hiciste cargo de alquiler, para supervisar de cierta forma los disfraces 

Creí que había sido considerado, pero solo lo hizo para controlarlo todo y tener todo listo para que su pequeña se divirtiera. 

— Este solo fue un pretexto para consentir a tu hija - digo descubriendo sus verdaderas intenciones

— lleva meses queriendo ir a una fiesta de disfraces, pero su cumpleaños aun esta lejos.  

—Bueno, ella parece realmente feliz. 

En cuanto entramos la pequeña ha ido de aquí a allá, para ver los disfraces de todo el mundo, y por supuesto se ha tomado fotografías con todos.  

— es hermosa - digo mientras veo como Superman (un medico de ortopedia) la levanta el brazos y ella grita fascinada. 

— lo es, es perfecta 

La forma en que mira a su pequeña con completa adoración, hace que el pecho me duela un poco al recordar que su madre decidió por cuenta propia perderse de todo esto. 

— Sandra te lo conto ¿verdad? 

Yo me quedo callada. 

—¿Cómo lo sabes? 

—No has preguntado por Katrina 

—Lo siento - digo mientras continuo mirando a la pequeña princesita sonreírle a todo el mundo. 

 —Descuida, nos las arreglamos ella y yo. 

De pronto comienza a sonar una melodía que reconozco como una de mis canciones favoritas. 

—¿quieres bailar? 

—La primera pieza... ¿no debe ser con tu cita? 

— Tienes razón —dice sonriendo - espera ¡¡PRINCESA CAMILIA!! ¡¡PRINCESA CAMILA!! 

La pequeña gira la cabeza y sonríe 

—¿puedo bailar esta pieza con la pequeña Hada?. 

— ok - dice la pequeña mientras sonríe. 

— al parecer tenemos su autorización entonces... ¿bailamos? 

Esta vez aparte de extender la mano frente a mi, inclina ligeramente el cuerpo a modo de reverencia, yo sonrió y tomo su mano. 

Aun es temprano así que son pocas las parejas que están bailando. la pieza es lenta y tranquila, dejo que Víctor me guie por la pista mientras permanecemos en silencio. 

Yo no se que decir, aun estoy en shock por la reciente noticia, sin querer miro a Víctor, intento sonreír pero no sale natura. 

—Por favor, no lo hagas 

—¿qué cosa? 

—Tenerme lastima 

—No... yo... 

—Cuando la gente sabe lo que paso, me mira de forma diferente, con lastima, con pena, por favor, no seas como ellos. 

—No lo hare, te lo prometo - tomo una profunda respiración y después pregunto - Si alguna vez quieres hablar de canciones infantiles, berrinches a media noche,  o todas esas cosas de la que los padres se quejan ya sabes donde encontrarme 

—¿Solo podemos hablar de quejas de padres? - me pregunta de pronto 

—no, claro que no  - digo sonriendo - conmigo puedes hablar de todo 

—¿de todo? ¿de la vida, de la muerte, de las estrellas y los planetas?

— del clima, de las estaciones - continuo siguiendo el hilo de lo que dice -  de átomos y materia; de la infinidad del universo y todos sus misterios 

— ¿De marcianos también?

— claro, de marcianos también - digo sonriendo. 

— Gracias Víolet.

La forma en la que él me mira y sonríe, hace que todo lo demás pierda sentido, solo somos el y yo, en este momento, sonriendo mientras nos balanceamos de un lado a otro al compas de la música. Es... como si los años no hubieran pasado, como si siempre hubiéramos estado juntos, como si estar junto a él fuera tan natural y fácil como respirar. 

—¿Sabes... 

Comienza a decir él, pero se queda en silencio. 

—¿que? 

—Nada... no es nada 

Mientras dice eso, siento como sus manos envuelven la mía con un delicado movimiento, ahora nuestras dedos están entrelazadas, y sin saber como hemos terminado mas cerca de lo que estábamos hace unos momento, mis ojos siguen fijos en los suyos. 

— Lamento haberte hecho esperar - Dice de pronto Nathan quien ha aparecido de pronto junto a nosotros - al fin pude resolver ese problema 

— Que bueno - digo mientras aparto la mirada de Víctor y suelto su mano. —  Si tu no estas a mi lado dicen que soy un hada

— descuida, ya no me separare de tu lado. - Me dice Nathan sonriendo 

— Bueno, si me disculpan tengo que ir a ver donde esta la princesa Camila. 

— ¿La pequeña? Esta por allá junto a Darth Vader, creo que ahora es su camarógrafo personal.

— disculpen iré a verla 

— claro 

Veo como se aleja Víctor, de pronto siento algo acariciando mi mano, cuando me giro miro a Nathan tomando mi mano con suavidad 

— ¿todo bien? 

— si... todo bien. - Digo sonriendo mientras entrelazo su manos y la mía.  

— ¿de que hablaban?

— solo... de átomos y materia 

Las mil y un cosas que no te dijeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora