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Mis piernas no daban para más velocidad.

Corría por los pasillos del hospital en dirección a la habitación de Jungkook ganándome miradas molestas por parte de los doctores y enfermeras que pasaban por ahí. Los gritos y pasos apresurados de Jimin y Taehyung se escuchaban a lo lejos, no había esperado por ellos.

Sentía el corazón en la garganta, latiendo con demasiada fuerza y rapidez. En cualquier momento vomitaría sobre el pulcro piso del hospital.

Las voces de los dos chicos se escuchaban más cerca pero poco me importó, rápidamente abrí la puerta de la habitación encontrándome con una escena que removió todo en mi interior.

Jungkook estaba recostado sobre la cama, con las sábanas cubriendo sus piernas, luciendo más frágil. Su cabeza descansaba sobre una de las abultadas almohadas y aquellos pálidos ojos que tanto me encantaba mirar estaban escondidos detrás de las vendas que rodeaban su cabeza.

La señora HaNeul sonrió, mucho más tranquila que antes. Sostenía la mano derecha de su hijo ayudándolo a acomodarse sobre la cama.

— La cirugía no tuvo ninguna complicación — habló el doctor Choi, sosteniendo el expediente de Jungkook entre sus manos. — Solo es cuestión de esperar un par de horas para retirar las vendas.

Justo ahora estaba que mojaba mis pantalones.

Solo unas horas.

— Vendré más tarde a revisarte, por el momento te dejo en buenas manos — la sonrisa del doctor Choi fue de con la señora HaNeul a mí. — Si necesitas algo, ya sabes que botón presionar.

Con una pequeña reverencia salió de la habitación, seguida de la enfermera que puso la intravenosa en la mano de Jungkook. La madre de Jeon se abalanzó hacía mi, sus delgados brazos me rodearon en un fuerte abrazo el cual respondí de la misma forma.

— Gracias por estar aquí con nosotros — su voz baja.

— No tiene porque agradecerme — dije, deshaciendo el abrazo mirándola de frente.

Sus acanelados ojos retenían unas cuantas lágrimas y el color rojizo dejaba en claro el cansancio y preocupación que había estados entiendo durante todo el día.

— Tengo que llamar al padre de Jungkook, ¿podrías quedarte con él?

Asentí.

— No se preocupe, yo cuidaré del niño pequeño — reí, escuchando un bufido por parte de Jungkook.

— ¿Jimin y Taehyung? — preguntó antes de salir por completo de la habitación.

— Venían detrás de mí, tal vez estén en la cafetería — contesté.

La señora HaNeul salió, cerrando la gran puerta detrás de ella.

A paso lento me coloqué en el anterior puesto de la madre del chico, entrelazando mis dedos con los de Jungkook y depositando un pequeño beso en su sien.

— ¿Cómo te sientes?

— Atontado — suspiró, apretando mi mano con más fuerza. — Supongo que es por la anestesia.

Mis dedos acomodaron los mechones de cabello que caían sobre su frente, cosa que pareció agradarle en demasía a Jungkook, sus rosados labios se abultaron un poco y de su garanta salió un bajo ronroneo.

— ¿Tienes hambre? — pregunté. — La enfermera trajó tu comida hace unas horas.

— De solo pensar en la comida de hospital me dan ganas de devolver el estómago.

BLIND -Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora