La anterior MiSuk había desaparecido después de aquel beso con Jungkook. ¡Dios! Ni si quiera pude dormir de manera correcta o comer o dejar de sonreír de manera tonta a todas las personas que se cruzaban en mi camino. El beso con Jeon seguía atormentándome de la manera más bonita que puede existir, incluso puedo sentir aún el roce de sus suaves labios.
Tan pronto como entré a la casa de los Jeon, fui recibida por una señora HaNeul alegre. Su cabello estaba perfectamente peinado dejando a la vista de todos esos bellos pendientes que colgaban de sus pequeñas orejas.
– Hola, Misuk – saludó en mi dirección. – Esperaba verte por la mañana.
– Lo siento – dije, inclinándome en una pequeña reverencia. – Acompañé a mi madre por unas cosas y el tiempo se fue volando.
Y era totalmente cierto. Esos grandes aparadores habían capturado por completo la atención de mamá y gracias a mi poca fuerza de voluntad para negarme a ir a esos conglomerados lugares, no pude decir "No" ante tal petición. El reloj señalaba cuarto para las 7:00 pm, vaya que un par de vestidos y collares lujosos pueden robarse todo tu tiempo.
Miré a mi alrededor, comparada con otras ocasiones, esta vez el ambiente silencioso y desolado que era normal en esta casa era un total alboroto. Miré por sobre el hombro de la señora HaNeul, la gran mesa que adornaba el comedor estaba perfectamente decorada con cristalería y manteles, con pequeños floreros en el centro y copas en cada lugar.
– ¿Te quedas a cenar?
– ¿Perdón? – pregunté desconcertada.
– Mi hermano vendrá a cenar con nosotros y me gustaría que estuvieras presente – insistió la madre del chico. – Una prima de Jungkook regresa después de mucho tiempo, presiento que tú y ella se llevarán muy bien.. Por favor, di que sí.
Mis manos estaban acorraladas al igual que mis intenciones de negar aquella invitación. No era porque no quisiera estar durante la cena pero todo esto era totalmente inesperado. Un lado de mi subconsciente apoyaba la idea de quedarme y conocer un poco más de la familia Jeon pero, por otro lado, en mi pecho, tenía esa sensación de que tal vez no era la mejor idea.
– Jungkook estará más que de acuerdo con que te quedes.
Jungkook, Jungkook. Si lo vemos desde este punto creo que comienza a darme hambre.
– Si no hay problema alguno supongo que puedo quedarme.
Fue como si las palabras salieran en automático, sin importar nada más. La sonrisa de la señora HaNeul creció, si es que eso era posible, era como ver a una niña emocionada por una nueva muñeca.
– No te quito más tu tiempo, supongo que quieres ir con mi hijo.
Es lo único que quiero en este momento.
Asentí. – ¿Está en su habitación?
Mis hombros fueron rodeados por los delicados brazos de la mamá del chico, guiándome en dirección a lo que parecía ser el jardín trasero. A vista de todos ahí se encontraba, sentado sobre el césped, con su cabeza echada ligeramente hacia atrás mientras descansaba sus bonitos ojos bajo sus párpados.
– Te ha estado esperando.
Con ese deje de cómplice, la señora Jeon desapareció dejándome con una boba sonrisa en mi rostro. El fresco olor a pasto era inminente, como si este hubiera sido podado hace pocas horas. Si la casa mostraba una perfecta arquitectura el jardín no dejaba nada para dudas, era hermoso.
– ¿Disfrutando del clima? – pregunté tan pronto como llegué a lado del chico.
El cual al parecer no había notado mi presencia, ya que al escuchar mi voz sus sentidos se pusieron en alerta.
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BLIND -Jeon Jungkook.
FanfictionElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.