El centro comercial era lo mismo de todos los días. Ruidoso, lleno de personas y demasiado ruidoso. Niños corriendo por todos lados, parejas compartiendo bebidas o helados y Jungkook a mi lado. Nuestras manos estaban entrelazadas, creo que él estaba más nervioso que yo. Mordía de manera insistente el interior de su mejilla y daba pequeños suspiros entre cortados.
– Tranquilo – dije, dando un ligero apretón a su mano.
– Lo siento, es solo que quiero dar una buena impresión.
– Mi madre es un amor no tienes de que preocuparte – acomodé unos mechones de cabello traviesos detrás de su oreja. – SunHee es un poco... Intensa – reí. – Habla demasiado pero es una buena chica, y su madre es muy callada, si te sientes incómodo dime y podemos irnos..-
Jungkook negó. – Sólo avísame cuando estén aquí.
Y casi como si el mismo las hubiera invocado, aparecieron frente a nosotros. Mamá, notaba su sonrisa desde la distancia.
– Hola madre – dije, echándome a sus brazos sin dudarlo. – Señora Choi, SunHee.
– Es bueno verte de nuevo, Misuk – contestó la otra mujer.
Era impresionante el parecido físico que había entre la madre de SunHee y ella misma, ambas de cabello lacio y largo, mejillas con un sutil rubor natural, cejas pobladas y portadoras de una mirada sumamente profunda pero al momento de comparar el carácter mi amiga sobresalía por mucho pero no de mala manera.
– Amiga, ¿quién es tu acompañante? – preguntó la pelinegra y por poco quise pellizcarla.
Tan imprudente, tan zorata, tan... SunHee.
– Hola a ti también – rodee los ojos ante la desesperación de la peli negra. – Él es Jeon Jungkook – dije, con el pecho inflado, demasiado orgullosa.
El aludido, si antes estaba nervioso, ahora estaba que no se aguantaba. La sonrisa en rostro de mi madre era inexplicable, supongo que recordó cada una de las palabras que le había dicho sobre este asombroso chico y los incontables suspiros que escuchó salir de lo más profundo de mi pecho cada vez que su nombre entraba en nuestras conversaciones.
– Hola Jungkook, soy la madre de Misuk – presentándose, dio el primer paso mi progenitora.
Jungkook me dedicó una pequeña mirada sabiendo al instante lo que eso significaba, estirando un poco su mano y con algo de mi ayuda, ayudé a que sus extremidades entraran en contacto.
– Mi hija me ha hablado mucho sobre ti pero creo que se quedó corta – mi madre lo veía con demasiada ternura.
– Señora Jung, es un placer conocerla al fin – su voz salió tan suave, tan bella, tan... Jungkook.
La hermosura de mujer frente a mi sonrió cómplice. Estaba más que claro, mi mamá está encantada con Jeon.
– Mucho gusto, Kook – ¿Kook? ¿Qué carajos, SunHee? – Soy SunHee, la mejor amiga de esta chica – repitiendo el gesto, solo cambiando la mano de mi madre por la de la chica, se saludaron ambos.
– Un gusto – contestó Jungkook. MI Jungkook.
– ¿Qué intenciones tienes con mi amiga, ah? – ya se me hacía raro que los comentarios imprudentes no se hicieran presentes. Aunque SunHee quisiera verse seria, su lado burlesco le podía más.
Al parecer el universo y todo el cosmos estaban en mi contra este día, ¿o qué demonios estaba pasando aquí? Las risas de las dos mujeres resonaron por todos lados y la mirada de mi amiga junto con su pregunta fuera de lugar eran demasiado por soportar. Ah, y agreguen mi sonrojo a la lista de cosas por hacer.

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BLIND -Jeon Jungkook.
FanfictionElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.