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ATENCIÓN

Este capítulo contiene temas que pueden ser sensibles para algunas lectoras. Si te sientes incómoda con este tipo de contenido eres libre de no leer esta parte :3 









2:30 AM


Suspiré por milésima vez girando sobre mi costado intentando encontrar una postura cómoda para descansar, después de lo sucedido con el dueño de mis preocupaciones, mi cuerpo parecía repeler todos mis intentos por conciliar el sueño. Mi mente iba de arriba a abajo, no paraba de pensar y recrear aquel momento incómodo. Mis sentidos se habían agudizado de repente, escuchando hasta el más minúsculo ruidito dentro de esta callada casa. Las gotas de lluvia parecían caer sin parar así como mis ganas de descansar.

Necesito respirar, dejar que todo se acomode y pensar con cabeza clara.

Bajé escalón por escalón hasta llegar a la cocina, mi garganta estaba totalmente seca. Con cuidado alcé mi brazo hacia una de las estanterías donde se encontraban los vasos, miré por encima de mi hombro buscando con la mirada hasta dar con una regordeta jarra con contenido transparente. Mi boca saboreó aquel líquido como si ya tuviera un gran trago en mi boca.

La lluvia seguía cayendo desmedidamente sobre Busan, aunque las ventanas estuvieran completamente cerradas, la corriente de aire se las ingeniaba para colarse dando una temperatura helada a la casa. Miré por la pequeña ventana que decoraba una de las paredes dejándome llevar por la vista frente a mí, pequeñas gotas de lluvia, relámpagos y los arboles danzando al compás de la tormenta. 

Nuevamente mis labios tocaron el frío cristal del vaso tomando una cantidad considerable de su contenido, justo en el momento cuando el líquido bajaba por mi garganta una sensación cálida se apoderó de mis caderas provocando que escupiera el agua. 

Giré mi cuerpo encontrándome con Jungkook, su ceño levemente fruncido y cabello alborotado, una imagen digna de apreciar. Al nivel de sus caderas se detenía el resorte de sus pantalones de satín y su torso era cubierto por una ligera camiseta blanca, dejé el vaso sobre la encimera de la cocina prestándole atención al chico frente a mí.

— ¡Me asustaste! — dije, colocando una mano en mi pecho sintiendo lo acelerado de mi corazón.

Pregunté, pero Jungkook seguía en la misma postura.

Su mirada era inexplicable. ¿Estaba molesto? ¿Sonámbulo a caso?

— Jungkook, ¿estás bien? — nada, ni siquiera un soplido. Fruncí el ceño. — ¿Necesitas algo?

Asintió lentamente. 

Bueno, por lo menos conseguí respuesta de su parte.

— ¿Quieres agua? ¿Una pastilla? — pensando en todas las posibilidades posibles esas fueron las primeras en salir de mi boca. — ¿Tienes hambre? No sé qué merendaron pero puedo calentarte algo del refrigerador.

¿Han visto a un bebé cuando comienza a decir para todo que No? Pues parecía que el gran Jeon Jungkook estaba en esa misma etapa. Movía repetidamente su cabeza en negación.

BLIND -Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora