— ¿Estás cómodo?
Jungkook asintió, dejando caer su cabeza sobre la almohada de aquella camilla. Tomé las cobijas entre mis manos llevándolas un poco más arriba de su pecho, arropándolo con las mismas en espera de que recibiera un poco de calor.
La habitación estaba ubicada en uno de los pisos más altos del Asan Medical Center. Un gran ventanal decoraba una de las paredes escondida por una larga cortina de color azul claro, un sofá cerca de la camilla y un televisor empotrado sobre la pared. El clima no era muy diferente a comparación de días anteriores, las nubes grises cargadas de agua amenazaban con soltar toda su furia sobre la ciudad y el viento helado te dejaba tiritando.
Tres toques en la puerta llamaron mi atención como la del chico sobre la camilla. Por esta, entró una mujer de cabello castaño con una sonrisa que podría encandilar a cualquiera si la mirabas por mucho tiempo. Hice una pequeña reverencia, recibiendo lo mismo de su parte.
— Buenos días, mi nombre es Lee SoJin y seré su enfermera joven Jungkook — por alguna razón, al ver el rostro de aquella amable mujer, era como si estuviera viendo a mi madre y a la señora HaNeul. — Su cirugía comenzará dentro de poco así que le colocaré la intravenosa, ¿de acuerdo?
La enfermera se acercó más a Jungkook, tomando su mano derecha buscando el lugar perfecto para colocar la afilada aguja. Mentiría si dijera que las agujas y yo somos las mejores amigas, es un trauma que me acompaña desde pequeña.
— Misuk.. — escuché la voz de Jungkook un poco a lo lejos, abrí los ojos los cuales no supe que había cerrado. — ¿Puedes tomar mi mano?
Mi corazón dio un vuelco de ternura, in pensarlo más corrí a su lado tomando su otra extremidad. La mujer a nuestro lado sonrió de manera dulce.
— ¿Estás listo? — preguntó, a lo que Jeon asintió. — Será un ligero piquete.
No tardó más de dos segundos cuando la aguja ya estaba dentro de la fina y blanca piel de Jungkook. Colocó dos trozos de cinta asegurándose de que no se moviera, acto después la solución transparentosa comenzó a bajar por la fina manguerita que estaba conectada a la mano de Jungkook.
— Volveré cuando estemos por comenzar la cirugía — dijo la mujer.
— Muchas gracias — contesté, de la misma manera.
El silencio llegó tan pronto como la enfermera cursó por la puerta. Miré al chico a mi lado, el cual seguía sosteniendo mi mano.
— ¿Te dolió? — pregunté.
— Esto no es nada para Jeon Jungkook — el humor de Jungkook no se iba ni aunque estuviera a minutos de entrar a cirugía. — No creí decir esto pero estoy que orino mis pantalones.
— Jungkook, ni siquiera estás usando pantalones — reí. — Aunque tengo que confesar que esa bata de hospital te hace ver mucho más atractivo.
— Cumplidos raros, creo que puedo acostumbrarme — contestó.
Acorté la distancia entre nosotros, uniendo nuestros labios en un suave y lento beso.
— ¿Cómo está el chico más atractivo de..-
La pregunta quedó flotando en el aire. Tan pronto como escuchamos una tercera voz entrando a la habitación nos separamos. Taehyung y Jimin nos veían perplejos desde el marco de la puerta.
— Perdón, podemos volver en unos minutos — habló el más bajo de los dos, tirando de la camisa de su amigo para salir de aquella bochornosa situación.
— No, no, entren — dije rápidamente, soltando la mando de Jeon.
A paso lento, se acercaron, no sabiendo qué decir o qué hacer. Jimin a mi lado y Taehyung frente a nosotros de lado del castaño tomando su hombro.
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BLIND -Jeon Jungkook.
FanficElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.