Bufé dejando caer mi cabeza de una manera no tan delicada sobre el asiento. ¡Rayos! Este viaje no estaba saliendo de acuerdo a lo planeado.
Mi despertador no sonó a la hora correcta, mi teléfono no dejó de sonar gracias a los molestos mensajes de Hansol, tuve que ducharme con agua helada y no había desayunado absolutamente nada. Mi cabeza comenzaba a resentir los efectos de la falta de alimento, estaba sola en un autobús que no tardaba en llegar a Busan y me sentía totalmente derrotada... Si tan solo tuviera a alguien conmigo este pesar sería menos.
– ¿Señorita?
Levanté rápidamente mi cabeza ganándome un pequeño mareo por hacerlo. Frente a mí, una amable chica sonreía a mi persona, supongo que trabaja aquí.
– Pronto llegaremos, ¿necesita algo? – preguntó.
Pensé por unos minutos.
– Algo de beber – dije.
– ¿Agua está bien? – asentí. – En un momento te lo traigo.
Agua, gasolina, lo que sea.
Y así como apareció, se fue en busca de mi pedido. Suspiré pesado, tampoco me había comunicado con Jungkook, solo con su madre y podía sentir que el chico estaba molesto por no estar ahí con él como se lo prometí aquel día en que lo ayudé a empacar. Definitivamente necesito una ducha y una larga siesta.
(...)
– Misuk, querida, me alegra ver que estés aquí – pronto, me vi entre los brazos de la señora Jeon. – Comencé a preocuparme cuando no te vimos al llegar.
– Lo siento – deberían pagarme por cada "Lo siento" que digo. – Tuve problemas al tomar el autobús.
– Debes estar agotada – asentí. – Ven, te llevaré a tu habitación, después de que te instales pediré que te suban algo e comida para que no tengas que bajar.
La casa de los abuelos de Jungkook era verdaderamente hermosa. La hermosa arquitectura te dejaba en claro que estabas en un ambiente totalmente natural, estaba acorralada de arboles frondosos a su alrededor, varias ventanas decoraban la fachada de la casa y el ruido de la ciudad era inexistente aquí. Todo era hermoso, sin duda.
– HaNeul, estaba buscándote.
Una señora de aproximadamente sesenta años, apareció por la puerta principal. Su piel blanca, cabello negro y con un gran parecido a la mujer que estaba a mi lado me dejaba en claro que ella era la abuela de Jungkook.
– Madre, ella es Jung Misuk – dijo la señora HaNeul, tomándome por los hombros deteniéndose a unos centímetros de la mujer mayor.
– Es un gusto conocerla – hice una pequeña reverencia, a modo de saludo.
Los ojos marrones de aquella mujer viajaron por toda mi persona, su rostro era de total seriedad. Mis manos comenzaban a tiritar sin saber que era lo que pensaba la matriarca de la familia.
Pero todas mis preocupaciones se fueron cuando me vi envuelta en otros brazos.
– ¡Oh por Dios! Eres mas hermosa de lo que escuché – ahora mis mejillas se vieron apresadas por los dedos de la abuela.
– Madre, asustarás a Misuk – dijo la señora Jeon, entrando a mi rescate.
– Lo siento. Es solo que estoy muy emocionada, trajiste a mi Jungkook de regreso – su emoción era demasiado notable y eso, de cierta manera, era reconfortante. – HaNeul llévala a su habitación, si necesitas algo no dudes en pedirlo.
– Es muy amable, ¿señora..? – pregunté.
– Solo dime abuela querida – sonrió. – Ahora sube, descansa y luego baja a cenar con nosotros.

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BLIND -Jeon Jungkook.
Fiksi PenggemarElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.