— ¿Café?
Alcé la mirada encontrándome con Jimin.
Su mano derecha sostenía un pequeño vaso extendido en mi dirección, susurrando una pequeño "Gracias" lo tomé. Soplando un poco, bebí de aquella caliente y oscura bebida dejando que mi garganta sintiera la ardiente sensación de aquel líquido bajando por toda esta.
Justo lo que necesitaba.
El mayor soltó un pesado suspiro, llamando mi atención. Sentado en la silla junto a mi, sus pequeños ojos se fijaron en un punto indefinido sobre la blanca pared frente a él.
— ¿Y Taehyung? — pregunté al notar la ausencia del castaño.
— Se quedó con la señora Haneul en la cafetería — dijo, para después dar un pequeño sorbo a su bebida. — Quería asegurarse de que comiera algo.
Asentí.
Comprendía la posible falta de apetito de la señora HaNeul, su hijo está en quirófano y ningún doctor ha salido a darnos noticias. Mi estómago gruñía pero no exactamente por la falta de alimento.
Los nervios y esa molesta ansiedad recorrían cada milímetro de mi cuerpo, tanto interno como externo, dejándome inestable conforme los minutos pasaban.
— Creo que nunca te agradecí lo suficiente.
— ¿A qué te refieres?
— Fuiste la única que pudo calmar a la bestia que tengo como amigo — rió, un deje de amargura sobre sus labios. — Si no fuera por ti, ese idiota no hubiera tomado una nueva cirugía como opción.
¿Era motivo suficiente para agradecerme?
Si las cosas salían de manera positiva, sí. De lo contrario terminaría con el corazón por los suelos y alejándome de la única persona que en estos momentos tenía mi corazón pendiendo de su meñique.
— Jimin, ¿crees que Jungkook recupere la vista?
Intenté con todas mis fuerzas, pero mi voz apenas salió como un leve susurro. No quise mirar al chico junto a mi, las lágrimas comenzaban a picar en mis ojos y en estos momentos mirar el vaso con liquido humeante café entre mis manos era más interesante que demostrar mi debilidad ante Jimin.
Sentí un pequeño apretón sobre mi muslo izquierdo, la mano del chico estaba cálida, casi reconfortante.
— ¿Qué es lo que tú crees, Misuk? — preguntó de regreso.
— Quiero mantenerme positiva — limpiando una pequeña y escurridiza lágrima, levante la mirada encontrándome con los ojos acaramelados del mayor.
— Jungkook recuperará la vista — sonrió, llegando su sonrisa hasta sus ojos. — Y lo primero que verá será a la hermosa chica que lo tiene babeando las calles.
Y por primera vez en el día, esas simples palabras lograron hacerme sonreír.
.....
— ¿Necesitas que te lleve algo?
La voz de Seokjin resonó del otro lado de la línea.
— Mmh, no.
— Misuk, conociéndote apuesto a que no has probado bocado.
— Tengo todo bajo control — cerré mis ojos con fuerza, quitando un poco del cansancio que sentía. — Mejor dime, ¿Qué hacen mi madre y Hoseok?

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BLIND -Jeon Jungkook.
Fiksi PenggemarElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.