BLIND -Jeon Jungkook.

20

Que se abra un hoyo en la tierra y este me escupa de regreso a casa. Intenté hacerme creer que lo que mis ojos estaban viendo no era nada más ni nada menos que una simple equivocación, ya saben, como cuando crees haber visto a alguien pero en realidad es una persona común con un parecido similar... Pero no corría con tanta suerte.

El mismísimo profesor Terada estaba aquí frente a mí. Además, ¿hermano de la señora HaNeul? Maldición una y mil veces.

– ¿Le sucede algo, señorita Jung? – preguntó, con ese molesto tono burlesco característico en él. – Ni en clase está tan callada.

Vamos, MiSuk, dí algo.

– Profesor Terada, es una sorpresa verlo – vaya sorpresa.

– Veo que se están llevando bien – habló, haciendo referencia a la cercanía entre su sobrino y yo. Por inercia, aferré más mi agarre en Jeon.

La incomodidad de Jungkook crecía cada vez más y mis dudas por igual eran mayores. El momento pudo seguir de no ser por un carraspeó que llamó nuestra atención.

– MiSuk, ella es Mura – al final, pero no menos importante, estaba la chica. – Prima de Jungkook.

Si por un momento llegué a pensar que la espalda de aquella mujer desconocida era algo elegante, ahora que la tenía de frente, me hacía sentir como la cosa más abstracta y rara del mundo. Ella era un pavo real y yo el bichito que vuela a su alrededor.

– Es un placer conocerte – dijo, con la voz más recatada que he escuchado.

– Lo mismo digo – contesté. Hasta su sonrisa era intimidante, pero pronto termino cuando sus ojos se fijaron en alguien más.

– Kookie, ¿no me vas a saludar?

La peli negra se dirigió a Jeon, obviamente, pero este seguía sumergido, por no decir hundido, en su propio mundo. Mordía insistentemente el interior de su mejilla como si no tuviera la más mínima intención de devolver el saludo.

– ¿Jungkook? – susurré, tal vez, un tanto preocupada.

– Hola – contestó, así, simple, sin más.

Pero bastó ese simple "Hola" para que los ojos de Mura se iluminaran por completo. Sonreía como toda una adolescente enamorada.

En el comedor los lugares habían sido anteriormente asignados. El señor Jeon a la cabecera seguido de la señora HaNeul, el professor Terada y Mura. Del otro lado de la mesa, justo en frente de todos, Jeon y yo.

Todo detalle era simplemente perfecto, tanto el ambiente como la comida eran la mejor sincronía. Pequeñas platicas entre los mayores y una que otra broma por parte de Terada de quién pude notar era más simpático fuera del horario de clases, quien lo diría. En un espacio, apartado de las voces de los demás, estábamos Jungkook y yo, riendo por lo bajo de pequeñas cosas que solo nosotros entendíamos.

– ¿Cómo se conocieron? – preguntó Mura.

Al parecer esto de hacer preguntas de la nada viene de familia. No solo yo, si no todos los presentes miramos a la peli negra quien desde que comenzó el festín no apartó su mirada de mi persona.

Alcé mis cejas en confusión.

– Tú y Jungkook, díganmelo todo.

La incomodidad comenzaba a tener sentido. La actitud de esta chica era muy hostil.

– No creo que sea de tu incumbencia, Mura – dijo Jungkook hablando por ambos.

Pero a pesar de la cruda respuesta por parte de él, la sonrisa de la peli negra creció.