BLIND -Jeon Jungkook.

10

Tragué pesadamente e intenté guiarme hacia sus labios. Mi corazón parecía caballo desbocado, latía como loco y juro que la bola de emociones que sentía saldría en cualquier momento.

Mañana terminaría arrepintiéndome por lo que estaba haciendo, tal vez. Por el momento solo silenciaré a la voz de mi cordura por unos minutos.

La cercanía con Jeon ya era demasiado notoria. Podía sentir nuestras narices rozar y nuestras respiraciones mezclarse al instante.

Ármate de valor MiSuk y hazlo ahora.

Tomé con más firmeza sus mejillas decidida a terminar lo que empecé.

Pero todo lo bueno tiene que terminar, ¿no creen?

En este caso el momento fue interrumpido por el sonido de mi celular. Retiré la corbata que cubría mis ojos provocando al instante no haberlo hecho, la luz que alumbraba la habitación golpeó mis ojos cegando mi vista por unos segundos. Me alejé de Jungkook no sin antes decir un pequeño 'Lo siento' por lo bajo.

Tomé el aparato entre mis manos. Sea quien sea juro que lo maldeciré toda una eternidad.

— ¿Qué quieres, Jin? — Oh Seokjin, pequeño bastardo.

— Misu, tal vez estés ocupada — sabía a la perfección que ese "Estás" ocupada lo utilizaba con doble sentido. — La lluvia no ha parado y tu madre me pidió que fuera por ti para traerte a casa.. Lo sé, soy un amor.

— Jin..

— Di que soy un amor — pidió.

— ¿Qué? De ninguna manera — que rayos le pasaba al pelmazo de primo que tengo.

— ¡Dilo!

— Aish.. Eres un amor — dije, esto era muy incómodo. — Escucha, no puedo irme todavía — hablé lo más bajo que pude. Miré a Jeon, el pobre seguía en el mismo lugar. — Tengo que hacer algo.

— Tu padre llega hoy a la cuidad — mi corazón se detuvo por un milisegundo. — Estés lista o no ya estoy afuera de la casa de tu chico.

— ¿Qué? — asomé por la ventana y en efecto, ahí estaba Jin en el auto de mi madre. — ¿Cómo demonios

— Tengo mis contactos — su risilla no se hizo esperar. — Besa a tu lo que sea que sea y sal.

No pude pronunciar palabra alguna ya que Seokjin había cortado la llamada.

— Jungkook — nombré al chico que parecía seguir en estado de trance. — Mi padre llega hoy a la ciudad, tengo que irme.

No recibí respuesta de su parte. Jungkook mordía su mejilla mientras que sus facciones parecían algo molestas.

Si supieras que yo me siento igual que tú Jeon.

Esperé unos segundos en espera de una respuesta, algún gesto que me indicara si estaba molesto o solo estaba en su momento dramático pero no obtuve nada de su parte. Tomé mi bolsa y caminé a paso lento en dirección a la puerta.

— Jung.. — detuve mi paso al tiempo que escuché mi apellido salir por su boca. Nunca me había llamado por mi apellido y el tono que utilizó al hacerlo me dejó sorprendida. — No tienes porque mentir.

— ¿Perdón? — pregunté confundida.

— Sólo vete — la frialdad de sus palabras me recordaron los primeros días que lo conocí. — No lo  hagas esperar.

— No estoy mintiendo.

— No me interesa saberlo.

Sus palabras eran demasiado frías al igual que su semblante. En cuestión de segundos habíamos retrocedido al primer día en que lo conocí.