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Su rostro era una total gloria para mi. Sus redonditos ojos se agrandaron aún más si eso era posible, sus labios abiertos levemente y puedo apostar lo más valioso que un ligero tono carmesí se apoderó de sus bonitas mejillas. 

– Es broma, ¿cierto? 

– Nunca bromearía con algo así, Jeon – contesté. 

Dicen que el primer paso para invitar a alguien a salir es lo más difícil, pero nunca nadie me preparó para ser rechazada... No lo había pensado, ¿qué hago si rechaza mi invitación?

– ¿Eso es un sí? – recibí un pequeño murmullo en respuesta. – ¿No?

– Misuk..– oh no, aquí viene el golpe. – No es que no quiera salir contigo pero..- remojaba sus labios insistentemente, dejándome atolondrada. 

– ¿Pero?

– No he salido con nadie desde que perdí la vista – dijo, soltando un pesado suspiro como si por fin se hubiera quitado un gran peso de encima. 

– Entonces es la ocasión perfecta – emoción pura, lo admito. – Seré la primera chica con la que salgas después de todo este tiempo.

– No lo sé ..-

– Vamos Jungkook, prometo que nos divertiremos y si así lo quieres puedes alardear de nuestra salida con Jimin y Tae.

Noté como sus comisuras comenzaban a levantarse, pero tan pronto como se elevaron, volvieron a su lugar. 

– ¿Qué dirán las personas al verte con alguien como yo? – cuestionó, encogiéndose en su lugar.

– ¿Alguien como tú? – pregunté de vuelta.

Pensarán que soy la chica más afortunada de toda Corea.

– Alguien como yo... – su voz era más baja con cada oración que pronunciaba. – Ciego.

Sin pensarlo más use uno de mis ases bajo la manga, mis labios hicieron contacto con su suave mejilla dejándolo completamente desubicado y confundido.

– ¿P-porqué hiciste eso?

– De ahora en adelante, cada vez que hagas alusión a tu discapacidad, te daré un beso en la mejilla – sentencié.– ¿Saldrás conmigo?

– No salgo con extraños.

– Qué pena, llevo una semana pegada a tí – sonreí, acto que inconscientemente él imitó. –Levanta tu trasero y toma tu chaqueta. 

 Caminé hacia la puerta, deteniéndome antes de salir de aquel lugar.

– Te espero abajo – dije, para después dejar al chico solo no sin antes decir por ultimo algo que dejó aún más sonrojado al chico frente a mí. — Y sí, tu trasero es lindo.

Al bajar estaba completamente sola en aquella sala de estar, sentada sobre el cómodo sofá esperando por aquel chico de ojos opacos. Era como si estuviera esperando por mi cita para llegar juntos al baile de preparatoria al cual, por cierto, no pude asistir. Creo que por eso mis emociones están a flor de piel. 

Miré hacía las escaleras y ahí estaba él, Jeon Jungkook, vestido con una simple camiseta, pantalones y un gran abrigo que le llegaba un poco más abajo de sus rodillas. Su cabello estaba perfectamente peinado dejando a la vista unas pequeñas ondas en este y de su brazo derecho venía acompañado de su amorosa madre.

– Vaya Jungkook, te ves demasiado bien – hablé, lanzando un pequeño piropillo.

– ¿Es necesario salir? – preguntó. – Podríamos quedarnos aquí y ordenar pizza..-

BLIND -Jeon Jungkook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora