Nunca me había sentido tan pequeña dentro de una habitación, sin ánimos y con una ola de pensamientos ahogándome con cada minute que pasaba. Es como si mi mente no procesara toda la información que sin intención el abuelo de Jungkook soltó durante el desayuno, justo ahora me pregunto si fue demasiado abrupto venir hasta acá o solo era mi lado inseguro el que quería escudarse en algo.
¿Y si ayer Mura aún estaba aquí cuando llegué? ¿En realidad Jungkook estuvo con su abuelo como la señora Haneul comentó?
Deja de pensar en eso o enloquecerás, Misuk..- susurró aquella vocesita en mi interior.
Solté un fuerte bufido dejándome caer sobre una de las sillas que adornaban el cobertizo, habían pasado aproximadamente 4 horas desde el momento incómodo y no tenía ánimos de nada, ni siquiera de encerrarme en la habitación. Lo mejor sería hacerme la loca aquí afuera hasta la hora de la merienda, disfrutando de la suave brisa y del paisaje frente a mí.
– Pensé que estarías en tu habitación.
Junto a mí, de un momento a otro, apareció el dueño de mis preocupaciones, Jeon Jungkook. Me levanté de mi lugar casi de inmediato, la frustración era notable en su rostro, mi mirada viajó hasta su mano derecha la cual sostenía un bastón.
– Mi madre optó porque usara esto – dijo, respondiendo a mi incógnita sin necesidad de hablar, casi leyendo mi mente. – No conozco del todo la casa.
Podía notar en su rostro que usar aquel objeto lo molestaba de sobre manera.
– ¿Estás bien? – tanteando un poco, y corriéndome un poco dejando espacio suficiente tomó asiento a mi lado.
– ¿Porqué no debería estarlo?
Jeon elevó sus hombros. – Ni quiera terminaste tu desayuno.
– Me dolía el estómago – excusé, pero no fue lo suficientemente creíble para Jungkook.
– ¿Hablaste con tu madre?
– Si – claro que no, fue solo mi excusa para salir de aquel momento.
– ¿Seguimos con las mentiras?
– ¿Perdón? – fruncí el ceño.
Miré al chico, topandome con su perfil sobre su rostro descansaba una sonrisa pero sabía que de felicidad no tenía nada. Su pecho subía y bajaba de manera algo acelerada, su respiración era más que pesada.
– Cuando mi tío me habló sobre ti nunca mencionó lo mentirosa que puedes llegar a ser – escupió, cansado, harto.
– ¿Qué con tu repentino cambió de actitud? – la que debería tomar esa postura sería yo.
– Ahora me dirás que estabas hablando con tu madre, ¿o era Jimin?
No.
– Yo les pedí que no vinieran – sus expresiones eran tan neutras que era difícil entender sus emociones.
– ¿Que tú qué? – una vez más, no obtuve respuesta de su parte. – Pensé que pasaríamos un fin de semana tranquilo, entre amigos. Jungkook, ¿porqué lo hiciste?
Una risa sin humor salió de él.
– ¿Porqué lo hice?
– Explícame porque en este momento no entiendo – negué, entendiendo los mensajes de Jimin cuando venía en camino.
– ¡Porque quería pasar tiempo contigo a solas! – en un ligero grito, habló. Tomando su oscuro cabello con sus manos jalándolo con poca delicadeza.
Jungkook estaba molesto, que va, molesto le quedaba corto.
– Te viste con ellos, Misuk.
– ¿Mura te lo dijo? – como pregunté, calló. – ¡No te quedes callado ahora, maldición!
Nuestras voces y reclamos bajaron, al menos por unos minutos. Una parte de mi creyó que aquella chica no usaría lo que vio aquel día en la cafetería, pero que estúpida fui, claro que aprovecharía eso a su favor. Ahora tenía a Jungkook totalmente molesto frente a mí.
– Jungkook..
– Claro que fue ella – contestó, interrumpiéndome.
– Escucha, sea lo que sea que te haya dicho puedo explicarlo.
– ¿Qué quieres explicar? – su respiración era irregular, su pecho subía y bajaba frenéticamente. – ¿Qué te viste con ellos a solas? ¿Qué preferiste organizar todo esto por ti sola sin tener en cuenta lo que sentía al volver aquí?
No era capaz de hablar, En cierta parte Jungkook tenía razón solo había pensado en lo que yo quería para él, nunca me detuve un segundo a pensar si traerlo sería un problema, su sentir y opinar eran lo más importante para mí y lo dejé completamente de lado.
– Desde mi accidente las personas a mi alrededor nunca dicen la verdad por miedo a como vaya a reaccionar – habló. – Cuando te conocí pensé que todo eso cambiaría, pero creo que me equivoqué.
– Jungkook, por favor escucha – tomé desesperadamente sus manos entre las mías captando su atención. – Si salí con ellos, organicé y te oculté detalles pero no es lo que tú piensas. No te dije nada porque quería que fuera una experiencia agradable para ti, se cuanto disfrutabas venir aquí y lo que significa Busan para ti, que disfrutaras no solo conmigo sino con tus amigos – mi labio comenzaba a temblar, pero no era el momento de dejarme caer. – Jungkook, yo..-
– Mura nunca me ocultó nada cuando estuve con ella.
Lo había dicho. Cuando estuve con ella, era lo único que rebotaba fuerte dentro de mí que me sentí marear. Jeon Jungkook dio respuesta a mi pregunta, aquella que no me dejaba tranquila, sin siquiera preguntar.
– Entonces es cierto – tragué duro, aunque hasta eso me era difícil. Ahora era mi turno de reír. – Me hiciste creer el cuento de que era tu prima, los dibujos en tu libreta, la pequeña "M" en las esquinas, ¿quieres hablar sobre ocultar y mentir? – pregunté, y agradezco que no pueda ver el desastre en mis ojos. – Tú también lo hiciste.
– Misuk..-
– Buenas noches, Jeon.
Y sin más dejé salir todo. Con el corazón revuelto y el ánimo por los suelos.
Siguiente capitulo se nos viene lo spicy. Las leo abajito.
-x.

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BLIND -Jeon Jungkook.
Hayran KurguElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.