Las voces de mi madre y la señora HaNeul se mezclaban por encima de la suave y tenue música que sonaba en el fondo.
La mesa estaba repleta de platillos, todos y cada uno hechos por cortesía de Seokjin. Después de la ceremonia de certificados, mi progenitora propuso la maravillosa idea de invitar a cenar al chico de ojos pálidos junto con su madre.
Era la primera vez que Jungkook ponía un pie en esta casa de locos y al parecer, todo iba como lo planeado.
— Seokijn, ¿tú preparaste todo esto? — preguntó la madre de Jeon, admirando cada uno de los platillos frente a ella.
El peli negro asintió orgulloso.
— Así es — comentó. — Quise hacer algo especial para celebrar que el monstruo de la casa por fin termino su carrera.
Las risas de mi madre, e incluso las de Jungkook, no se hicieron esperar.
— Siempre tan tierno, Jin — susurré.
El mencionado guiñó en mi dirección, a lo cual solo rodé los ojos.
— Misuk me habló mucho de ti, Jungkook — oh no. Aquí venía el momento en que mi propia madre me avergonzaría frente al chico que me gusta.
— ¿De verdad? — miré a Jungkook, ver esa sonrisa sínica en su rostro me provocaban unas inmensas ganas de golpearlo... O de besarlo, cualquiera de las dos opciones vendría bien.
— Siempre hablaba de lo guapo que eras — dijo. — Eres un chico muy apuesto.
— No más que yo — y de nuevo, la astucia y simplicidad de mi primo aparecían en la conversación.
— Tu también eres muy apuesto, Seokjin — si la señora HaNeul seguía chuleando a Jin nadie podrá bajarlo de su nube de grandeza. — Una vez más, agradecemos que nos hayan invitado a celebrar con ustedes.
— No hay nada que agradecer, tanto tú como Jungkook son parte importante de la vida de mi Misuk — los ojos de mi madre brillaban más de la cuenta. — Además, creo que nunca había visto tan feliz a mi hija.
Mis mejillas ardieron después de aquello. La mano de Jeon se hizo camino hasta dar con la mía dándole un ligero apretón para después besar el dorso de la misma.
La mirada de las otras tres personas que nos acompañaban era de total ternura y adoración.
— Que les parece si después de la cena pasamos al patio, Jin preparó un delicioso cheescake para cerrar con la cena — dijo mi madre.
Jin desapareció entre las puertas de la cocina mientras que las dos mujeres caminaban en dirección al patio trasero como si se conocieran desde hace años, solo quedábamos Jungkook y yo. Suspiré lentamente, deleitándome con el bello rostro del chico a mi lado. Acomodé un par de mechones que caían frente los ojos del peli negro.
— ¿Sucede algo? — pregunté. Notando como la pierna izquierda de Jeon brincaba, dándome a entender que por alguna razón estaba nervioso.
— No — contestó. Pero por ningún motivo le compraba su respuesta. — No frunzas el ceño.
— No estaba frunciendo el ceño.
Esa miradora de "No te creo" coloreó el rostro del mayor. Tomé su mano ayudándolo a ponerse de pie, con cuidado removiendo la silla salimos del comedor, en dirección a donde se encontraban los demás. Pero antes de hacer cualquier movimiento, el fuerte agarre de Jungkook me hizo frenar en seco.
Sus brazos rodearon mi cintura acercando mi cuerpo al suyo, reglándome un poco de calor que emanaba de su anatomía.
— Por favor, dime lo que sea que te esté agobiando — podría meter mis manos al fuego por el hecho de que algo pasaba con Jungkook.
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BLIND -Jeon Jungkook.
FanfictionElla era brillante. Él era ciego. ¿Confías en mí? Ciegamente.