43. Ahora eres la reina Roseanne

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Rosé sentía que sus oídos se tapaban, estaba en los ahora nuevos aposentos de la ex reina a la espera de esta. Lo único que podía escuchar eran sus latidos golpeando fuertemente contra su pecho. La mujer entro luego de unos minutos, Rosé se levantó e hizo una reverencia por inercia.

—Ahora que eres la reina no es necesario que lo hagas— aclaró la mujer sirviéndose un vaso de agua. Rosé gacho su cabeza volviendo a sentarse. La mujer se acercó hacia ella con lentitud provocando en la menor un más terror.

—¿P-para que solicitó verme? — se atrevió a preguntar Rosé sin mirarla a los ojos. La mujer se sentó frente a ella en otro asiento, paso una pierna por sobre la otra y la miro unos segundos. Rosé comenzó a respirar pesadamente, sentía mucho miedo.

—Ahora eres la reina Roseanne— comenzó. —Eso significa que antes de todo, incluso de ti misma, tienes que velar por el reino— Rosé soltó un suspiro asintiendo. —Siempre creí que eras la chica adecuada para este importante rol. Gracias a ti, tanto el norte como el sur del reino se unirán aún más, ¿Sabes lo importante que es eso no? — la chica volvió a asentir mirando su regazo. —Ahora eres la mujer más poderosa de Egipto, tienes en tus manos a uno de los imperios más grandes del mundo, ¿Estás consiente de eso también?

—S-sí, lo estoy— respondió la chica.

La reina entrecerró sus ojos mirando a Rosé con desagrado, bebió de su vaso aumentando aún más la tensión que yacía en la habitación.

—Entonces debes saber también que cualquier decisión que tomes desde hoy hasta que mueras tiene que ser única y exclusivamente por el bien de Egipto. No puedes fallar, si te equivocas lo pagarás por el resto de tu vida, tienes que estar al lado de Chanyeol en todo momento, eres la primera esposa, la reina, la que manda a todas las mujeres aquí— prosiguió la mujer con algo de furia en su habla.

—L-lo sé muy bien señora— respondió nuevamente Rosé. No estaba muy segura hacia donde va el rumbo de la conversación, pero algo que tenía claro era que la mujer frente a ella parecía querer matarla.

—Entonces— dijo la mujer levantándose para acercarse a un mueble de su habitación y sacar un trozo de papiro extendiéndoselo a Rosé para que lo tomase. —¿Por qué te divorciaste de Chanyeol? — la chica sintió que su respiración se atoraba cuando tomo el papel entre sus manos.

—S-señora yo...

—Silencio— la corto para sentarse nuevamente frente a ella. —Dejando de lado lo que tú y Jennie tienen— dijo con desagrado. —Y como dije antes, ahora las cosas son muy distintas Roseanne. Eres la reina, la primera, Isis viva y la madre del príncipe heredero— agrego elevando el volumen de su voz.

Rosé cerro sus ojos con fuerza sintiendo como las lágrimas bajaban a mares por sus mejillas.

— Incluso si eres la reina yo sigo teniendo mucho más poder que tu— continuo. —Yo soy la madre del rey— agregó. —Tú y Chanyeol siguen estando en un escaño mucho más bajo que el mío— Rosé trago duro viendo como la mujer le quitaba el papel y lo acercaba a una vela aromática que tenía sobre un mueble. —Las decisiones que se tomaron en mi reinado aún tienen efecto Roseanne. Y Chanyeol sabe eso, debe ser esa la razón por la que no quiso que yo me enterara de su intensión de divorciarse de ti— dijo mientras veía como el papel se consumía, Rosé trago duro mirando hacia la salida, quería huir de ahí antes de que la mujer le digiera otra cosa.

—Y-yo...

—Calla— la corto nuevamente. —Tú sabes muy bien que yo jamás avalaré esa relación que tienes con Jennie. La única razón por la que lo soportaba era por ella— Rosé trago duro mirando hacia el piso. —El divorcio queda absolutamente anulado así como también la furtiva boda que quiere tener Chanyeol con...Joy— agrego con desagrado mientras pasaba sus manos por su vestido. —Y tu seguirás siendo la única reina— dijo acercándose peligrosamente a la chica. —¿O qué? ¿Creías que no me enteraría de tu "escape" con Jennie? — Rosé alzó la vista rápido para ver a la mujer con miedo. —Yo tengo ojos y oídos en todo este palacio querida, es mejor que lo sepas desde ahora— La chica sentía que en cualquier momento su cuerpo cedería, estaba siendo muy presionada por la mujer y solo quería huir de allí de una vez. —¿O acaso pensabas también que dejaría que alguien como Joy...una sirvienta...quedará en el puesto de reina mientras tú y Jennie se van de Egipto como unas traidoras desertoras? — pregunto sarcásticamente. —Sobre mi cadáver— agrego con ímpetu. —Quiero que termines tu relación con Jennie— ordenó.

The Nile River; CHAENNIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora