18. ¿Que sientes?

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"Rosie

Sé que esté presente te puede parecer algo muy extraño considerando que prácticamente ya no hablábamos. Pero quiero que sepas que te sigo considerando una persona muy importante y te extraño mucho, extraño todo lo que hacíamos y sé que parezco una idiota no atreverme a hacer nada para evitar que dejáramos de hablar porque soy una cobarde, solo eso, una cobarde que no se atreve a decir lo que realmente siente.

Recuerdo como se iluminaron tus ojos al ver este vestido de lino barato hecho en el mercado, algo simple, carente de cualquier lujo teniendo literalmente a los mejores modistas de todo Egipto en el palacio que te podrían haber hecho un vestido esplendoroso, pero te enamoraste de este entonces eso hizo que me diera cuenta de lo hermosa que eres internamente. Recuerdo cada vez que me decías que me mostrarías como tocas arpa algún día, con tanta ilusión. El collar es de amatistas porque son tus favoritas y rubíes porque son mis favoritas, es una forma de decirte que pase lo que pase, estemos cerca o lejos tendrás algo que nos representa a ambas.

Te mereces lo mejor del mundo Rosie y espero que este presente te haya gustado.

-La gran princesa de Egipto, hija de Horus vivo en la tierra y de Isis viva en la tierra, pero me gusta más Jennie :)"

Rosé soltó un suspiro con una sonrisa enorme en su rostro, miró el vestido nuevamente y se le ocurrió una idea. Unos minutos más tarde estaba lista vestida con el vestido y el collar que le había regalado la princesa, ya no soportaba estar más distanciada de Jennie así que decidió hacer algo al respecto, tomó una de sus pelucas y se la colocó. Al salir de su habitación salió prácticamente corriendo por el pasillo hasta llegar a la puerta de Jennie, los guardias la miraron extrañados.

—¿La princesa está en su cuarto? — les pregunto.

—Aún no llega señorita— respondió uno de los hombres.

—¿No saben en donde pueda estar? Ya es muy tarde para que este fuera.

—Hace un rato la vi en el jardín con la dama de la reina— respondió el hombre, Rosé soltó un bufido, era más que obvio que estaba con Somin.

—Bueno, la esperare en su habitación entonces— dijo esperando a que abrieran las puertas, una vez dentro buscar el tablero de Senet para armarlo en una mesita de la habitación.

Luego de un largo rato Jennie apareció por su habitación, Rosé estaba a punto de quedarse dormida en el asiento en el que estaba esperándola pero al verla rápidamente se recompuso.

—Um...R-rosie— dijo la princesa con nerviosismo. —¿Qué haces aquí...

—Me encanta—respondió rápidamente. —Gracias por los regalos— Jennie le dio una sonrisa mientras miraba como la menor daba vueltas mostrándole su vestido.

—Pues se te ve muy bien, digo todo se te ve muy bien pero ahora estás...—hablo con rapidez y nerviosismo, la menor soltó una risa sintiendo como su rostro se calentaba.

—¿Estoy qué? —pregunto para molestar a la mayor. —¿Tanto me extrañaste estos días? — el rostro de Jennie se enrojeció al segundo de escuchar eso. Pero era cierto, la había extrañado y mucho por lo que verla de nuevo tan de cerca provocó que todos sus sentimientos volvieran como si no hubieran pasado los días.

—Ehh...¡Armaste el tablero de Senet! ¡Vamos a jugar! —exclamó cambiando de tema dirigiéndose a la mesita. Rosé negó soltando una risa para seguirla.

—¿Así que eres amiga de mi hermana? — pregunto la menor iniciando la partida. Jennie asintió viendo el tablero con concentración, pese a tener a Rosé enfrente que ya le causaba un montón de distracciones jamás se permitía desconcentrarse en una partida eso siempre le causó a Rosé una imagen tierna de la princesa para ver mientras jugaban.

The Nile River; CHAENNIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora