Pasaron un par de días y tristemente se acercaba el fin de sus mini –fantásticas- vacaciones, justamente mañana tendrían que volver a Aswan a reunirse con Sunmi pues no podían estar tanto tiempo sin presentarse ya que la reina podía sospechar al no tener noticias de ambas.
Como último día, Rosé volvió a planear todo tal como los días anteriores, los últimos días han estado recorriendo los lugares más turísticos de la ciudad, hicieron un día de picnic a la orilla del lago, visitaron lugares de noche –pensando que es algo muy osado- y tanto les gustó la idea que se han atrevido a salir más de noche.
—No quiero volver a Egipto— Rosé se quejó pasando sus brazos alrededor de la cintura de Jennie. Estaban acostadas en su habitación del hostal pensando en levantarse en algún punto del día.
—Ni yo— respondió la mayor acariciando el cabello de Rosé. Y es que ambas preferían quedarse en Abu Simbel siendo unas completas desconocidas para los demás que volver Egipto y volver a la vida normal. —¿Ya planeaste nuestro día? ¿Otra vez? — soltó una risa, Rosé asintió apegándose más. —Es increíble que no me dejarás llevarte a ningún lado por mi cuenta— se quejó.
—En los lugares que tú conoces nos reconocerían, especialmente a ti— respondió la menor.
—Es cierto, pero por lo menos déjame pagar los planes de hoy— Rosé soltó una risa asintiendo.
—Está bien, pero que conste que tú te ofreciste.
Por alguna razón, Rosé ha estado escribiendo los planes en hojas de papiro como una especie de lista por cumplir para luego guardarlas, a Jennie le pareció un acto tierno pues estaba planeando todo con lujo de detalle para que fuera un viaje inolvidable.
El primer lugar a ir en su último día era la calle, así es, según la rúbrica de Rosé probarían comida callejera de Nubia y justamente iban por las calles de la ciudad tomadas de la mano mientras las personas pasaban sin tomarle importancia, justo lo que más querían.
Durante los últimos días Jennie incluso se ha podido a acostumbrar a esta vida tranquila y ha admitido que a diferencia de lo que acostumbra, esta vida es mucho más feliz y libre, lástima que se acabaría muy pronto.
Cuando llegaron a una especie de mini mercado solo de comida callejera Rosé tiro de Jennie obligándola a ir hacia los pequeños puestos para comprar unas frituras. La menor quería probar literalmente todo allí y la princesa como buena casi novia le compro cada comida de cada puesto. Luego se sentaron en una de las bancas de allí para que Rosé pudiera comer tranquila, Jennie soltaba una risa cada vez que Rosé hacia ruidos como "mmm" mientras comía. Siempre le pareció curioso que la menor pudiera comer tanto aunque para ella es uno de sus rasgos más lindos.
—¿Por qué me ves así? — preguntó Rosé con la boca llena, Jennie soltó una risa sacando una fritura de su bolsa para comerla.
—Nada, es solo que me parece increíble que puedas comer tanto.
—Es un don de los dioses— respondió la menor.
—O quizás es por el embarazo— bromeo la mayor haciendo que Rosé soltara un bufido.
—He estado tan feliz esta semana sin tener que preocuparme por esa maldita barriga— se quejó. Jennie pasó una mano por su espalda para sobarla. —Hablando de eso, ¿Cómo estará Joy?
—Lo último que supe es que está bien, no le ha faltado nada pues Jisoo sigue yendo a dejar cosas. Chanyeol me dijo que el bebé comenzó a moverse hace poco así que todo va normal. — explico.
—¿Has pensado sobre lo que pasará cuando el bebé nazca? — pregunto, Jennie soltó un suspiro negando.
—Lo único que pido es que el bebé no nazca mientras Chanyeol no está, sería muy complicado porque él no conocería el plan, quiero decir que solo tenemos pensado hasta que nazca el bebé, de ahí en adelante no— explicó volviendo su vista hacia las personas que pasaban por ahí.
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The Nile River; CHAENNIE
FanfictionAnte los ojos de Jennie, Rosé es la reencarnación perfecta de la diosa Hathor.