El corazón de Jennie estaba completamente roto, todo lo que parecía estar listo se derrumbó en un segundo. No sabía si podría soportar un dolor como este nuevamente, desde que Irene se había ido, juro que jamás se presentaría ante un dolor de tal magnitud, pero aquí estaba pasando por lo mismo una segunda vez.
Los recuerdos de cada segundo vivido con Rosé retumbaba en su cabeza y en su corazón. Pero no iba a dar marcha atrás, había jurado que se iría y eso haría, incluso si no tiene a Rosé con ella.
Continuaria con su plan, iría hasta el Nilo, tomaría la canoa y se iría lo más lejos posible de ese palacio, para si es factible, no volver nunca más allí. Podía comprender a Rosé, o al menos quería hacerlo, durante los últimos tres meses había escuchado todo tipo de palabras salir de esa chica, sabía que tenía miedo y que por más que ella misma lo quisiese, en el fondo el corazón de Jennie siempre le dijo que Rosé diría que no.
Estaba a punto de llegar a las puertas trasera cuando dos soldados se interpusieron en su camino, Jennie refunfuño fuertemente, no tenía ánimos de nada.
—Quítense— ordeno en tono neutro, los soldados se miraron entre sí. —¿No me escucharon acaso? — preguntó Jennie alzando la voz.
—Lo lamentamos princesa, pero la reina nos dio órdenes de arrestarla— explico uno con la cabeza gacha, Jennie soltó una carcajada con rabia.
—¿La reina les dijo eso? — pregunto Jennie sin poder creer la orden de Rosé.
—Nos dijo que no la dejáramos salir del palacio bajo ninguna circunstancia— explico el otro soldado. Jennie soltó un suspiro rodando sus ojos. Realmente no podía comprender que era lo que Rosé estaba tratando de hacer, ya la había roto hace un rato ¿Qué más quería de ella si le quito todo?
—Está bien— dijo Jennie encogiéndose de hombros y volteándose de vuelta al interior del palacio mientras los soldados la guiaban hacia el calabozo.
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—¿En dónde están Rosé y Hyunjin? — preguntó Chanyeol mientras se paseaba de lado a lado alrededor del trono, estaba a punto de iniciar la ceremonia de presentación ante el pueblo y aunque no lo quisiera, los nervios lo estaban consumiendo.
—Hyunjin será traído por Joy— respondió el sacerdote con un tono reprochador, el haberse enterado que ese bebé no era su nieto sin duda le dolió. —Rosé ya fue mandada a buscar— termino por decir mientras veía a un chico acercarse hasta el con rapidez. —Mi señor— dijo atrayendo la atención de Chanyeol. —Este chico fue escogido por su padre para que sea su consejero real, su nombre es Taehyung— lo introdujo. Chanyeol asintió dándole una sonrisa mientras que el chico hizo una reverencia.
—Sera un honor servirle mi señor— dijo el chico. —Como primer acto correspondiente a mi trabajo, es mi deber informarle que la gobernadora Saqqara ha fallecido esta madrugada— termino por decir, Chanyeol abrió sus ojos.
—Vaya, es una pena realmente— dijo colocando su mano en su barbilla. —Manda a escribir una carta con mis condolencias para la familia— ordeno volteándose a ver a Sunmi quien esperaba a su lado. —Ahora tengo que escoger a alguien para que gobierne Saqqara.
—Debería ser yo— contesto Sunmi riendo. —Así me liberas al fin de este sufrimiento llamado "ser la esposa de Taejoon" — Chanyeol soltó una risa negando.
—Claro que no— dijo Chanyeol acercándose a la mayor. —No puedes irte y dejarme solo ahora que Jennie se ira— susurro. —Y respecto a lo Taejoon ya mande a redactar el acuerdo de divorcio.
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The Nile River; CHAENNIE
FanfictionAnte los ojos de Jennie, Rosé es la reencarnación perfecta de la diosa Hathor.