46. El fin

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—...Los censistas fueron desplegados por todas las ciudades del reino, señor— explicaba Taehyung. —Volverán una vez que tengan todos los datos acercar de las personas para que pueda comenzar a realiza reformas.

—Excelente Taehyung, gracias— respondió mientras bebía de su copa con la mirada perdida. Lo de Jennie aún seguía carcomiéndolo, en especial la mirada de dolor que le dio Rosé al escucharlo decir su decisión. Su hermana había partido ya hace más de diez horas —¿De casualidad sabes cuánto se demora una barca en llegar a Nubia?

—Depende de la velocidad pero generalmente suelen ser unos tres días— respondió el chico. Chanyeol resoplo.

—Solo espero que haya tomado la decisión correcta— susurro para sí. —Necesito que lleves a Sunmi hasta el consejo para que firme el divorcio y que traigan a Joy hasta aquí. También quiero que alguien vaya a la ciudad y busque a Yeri y Seulgi, que les digan que a partir de hoy serán nobles del palacio y que pueden venir a vivir aquí. Más tarde luego de hablar con las chicas traigan a Taejoon, tengo que hablar con él— pidió, el consejero asintió yendo hacia la salida de la sala del trono.

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Rosé se despertó en la habitación de Jennie, luego de todo lo que había ocurrido decidió quedarse allí a esperar su desgracia. Lloro una eternidad pero no era escuchada por nadie más que por sí misma y eso era lo que más le dolía.

Las lágrimas secas amanecieron en su rostro, el anillo de Jennie permanecía entre sus manos agarrándolo con tanta fuerza que su mano dolía. Su maquillaje estaba completamente esparcido por su rostro. Al despertar y volver a caer en la realidad de que todo lo que había sucedido fue una pesadilla vivida en carne propia, no le quedo más que aceptarlo. Su corazón dolía pero lo hacía aún más su felicidad.

Luego de unos segundos sentada en la cama que compartió tantas noches con la princesa, entro Sunmi al lugar, la chica la vio unos segundos sin querer acercarse pero finalmente lo hizo quedando a un lado de la cama. Rosé en ningún momento desvió su mirada de sus pies.

—Buenos días— saludo la princesa, Rosé soltó un suspiro hondo antes de soltar sus lágrimas nuevamente. Sunmi tragó antes de gacharse ante un lado de la cama mirando de lleno el rostro de Rosé, la menor estaba mal, tenía sus ojos hinchados de tanto llorar, su rostro rojo junto con su peluca que amaneció pegada a su mejilla izquierda. Sunmi quería encontrar las palabras precisas para decirle, pero no encontraba una que pudiera consolar el dolor que sentía Rosé. —Y-yo, traté de hablar con ella...— empezó, Rosé soltó un sollozo. —Le dije todo pero aún así quiso irse. Dijo que lo hizo por ella— dijo en voz baja. —Y yo...la entiendo...— termino por decir instaurando un silencio eterno entre ellas.

—Yo también la entiendo— hablo Rosé luego de unos segundos. Sunmi tomo la mano de la menor. —Yo también quería irme de aquí...pero tuve miedo— admitió sintió como las lágrimas salían nuevamente de sus orbes.

—Yo también he tenido miedo— respondió Sunmi apretando su mano. —Lo he sentido siempre, jamás fui lo suficientemente valiente como para negarme a lo que decían mis padres— continuo. —Es por eso que ahora solo me queda aceptarlo— dijo con un hilo en su voz. —Creo que alguna forma, siempre admire eso de Jennie. Desde que noto lo que nuestros padres querían hacernos se negó rotundamente. Chanyeol también tenía las intenciones, pero él tenía una carga aún mayor porque el seria el rey— explicó. —Quisiera tener un poco de la valentía que tiene mi hermana— admitió. Rosé guardo silencio. —Ya le dije a Chanyeol todo lo que me dijiste acerca de nuestra madre, me dijo que continuará con el matrimonio con Joy de todas formas y que se encargaría del divorcio luego.

The Nile River; CHAENNIEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora