La cabeza de Jennie parecía querer separarse de su cuerpo, su cansancio y agotamiento era demasiado, todo el esfuerzo que había hecho le paso la cuenta, ahora no podía hacer más que estar acostada por horas.
Su padre había muerto hace un día y aunque no quisiera admitirlo su corazón sentía un leve dolor por la perdida. No había visto a nadie más que a Rosé durante el día, su novia tuvo que dejarla sola pese a no quererlo pues tenía que comenzar con los rituales para el día de su coronación.
Con las pocas fuerzas que tenía logro sentarse en su cama posando la espalda en la cabecera cuando vio entrar a Joy junto con su sobrino a su habitación, la princesa esbozo una sonrisa débil cuando la chica le entregó al bebé.
—¿Cómo estás? — pregunto Joy sentándose a los pies de la cama.
—Pésimo— contesto Jennie soltando una risa mientras mecía al bebé.
—¿El sacerdote ha venido a revisarte? Estas muy pálida— comento Joy.
—No, aún no viene. Creo que no quiere saber de su nuera— comento riendo, Joy soltó una risa.
—En el harén todas lo comentan— dijo la chica con desagrado. —Es por eso que ya no voy allí a menos que sea necesario— Jennie soltó un suspiro mientras veía como Hyunjin apretaba con debilidad su dedo índice. La princesa sabía que el escenario era tenso, todo el palacio se había enterado de su relación con Rosé y al saber lo que había ocurrido anteriormente, esta vez estaba siendo mucho peor.
—Ya me da igual lo que digan, al menos ahora ya no es secreto— dijo la princesa. —Pero si me preocupa la familia de Rosé. Ella se veía muy afectada con la reacción de sus padres cuando paso lo del presunto juicio y todo eso.
—Yo creo que la entenderán— aseguro Joy dándole una sonrisa a Jennie. —Solo tienen que conversarlo entre ellos como familia— Jennie asintió soltando un suspiro. —¿No te molesta que espere al sacerdote aquí contigo? No me he sentido muy bien estos día la verdad— dijo sobando su estómago.
—Claro que no, quédate— respondió la morena alzando a Hyunjin para ponerlo sobre sus piernas. —¿Y esos dolores...no estarás embarazada de nuevo o sí? — pregunto soltando una risa, Joy la miro con terror.
—Espero que no— contesto rápidamente, Jennie soltó una carcajada.
En ese momento justamente, entró el sacerdote al lugar, el ambiente se volvió tenso al instante, el hombre se veía incomodo ante la presencia de la princesa pero atendiendo a su rol de sacerdote la atendió con normalidad. Jennie sabía que el hombre no gustaba de tener que verla, y mientras era revisada la princesa pudo notar la casi nula interacción con ella. Joy observaba todo desde una esquina mientras mecía a su hijo.
—¿Y...como estoy? — se atrevió a preguntar Jennie para romper el silencio.
—Mejor, pese a los esfuerzos y la falta de energía, ha podido avanzar levemente en su recuperación. Pero si le recomiendo que este en cama por lo menos unos tres días más, para ganar energía puede tomar café y cualquier alimento o liquido somnífero quedará suspendido de su dieta hasta que está completamente bien— explico con rapidez mientras ordenaba sus cosas, Jennie asintió soltando un suspiro. —Bueno, ya me voy, si necesita algo no dude en llamarme— se despidió disponiéndose a salir.
—¡Sacerdote! — exclamo Jennie deteniéndolo. —Sé que la situación es muy incómoda pero necesito decirle esto— se movió lentamente hasta lograr sentarse posando sus pies en el suelo. —Sé que está molesto con Rosé por todo lo que ocurrió, pero quiero que sepa que yo la amo y mucho y yo jamás...
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The Nile River; CHAENNIE
FanfictionAnte los ojos de Jennie, Rosé es la reencarnación perfecta de la diosa Hathor.