Visita inesperada

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Narra Fred:

Los días cada vez se me hacen más largos, es una tortura no saber nada de Elisabeth, de mi hermano, Harry o Hermione. Cada vez hay más ataques, más muertos, más desaparecidos y el miedo de perder a cualquier ser querido va en aumento. Nosotros seguimos con el programa de radio, la gente necesita la verdad además, yo trato de transmitirle apoyo a Elisabeth por si me está escuchando.

George y yo decidimos volver a abrir la tienda, mamá no estaba muy de acuerdo en nuestra decisión ya que le da pánico cada vez que alguno de nosotros salimos de La Madriguera por si no volvemos. Aún así nosotros la convencimos de que el mundo ahora necesita bromas, necesita reírse ante la horrible situación que vivimos.

George parece que se está tomando todo esto con mejor humor que yo pues siempre hace bromas sobre su oreja perdida y trata de animarme siempre que estoy decaído.

-Ey Freddie, tenemos clientes.- dijo George a lo cual yo me sorprendí pues a pesar de haber abierto la tienda de nuevo no solía venir mucha gente debido al miedo que se había apoderado de las calles.

Subí las escaleras que llevaban a la parte donde se encontraba la tienda y me sorprendí al ver aquella cabellera rubia que odiaba tanto por haber dejado destrozada a mi novia.

-Malfoy, ¿qué haces aquí?- pregunté cortante.

-Tranquilo Weasley, tampoco es de mi agrado verte.

-No se admiten mortífagos asquerosos en esta tienda.- dije enfurecido

-Tranquilo Fred, seguro que tiene alguna razón para haber venido aquí, ¿no es así Malfoy?- intentó calmarme mi hermano.

-Sí Weasley, vengo a ayudar

-¿A ayudar? ¿Cómo pretendes ayudarnos? Dejaste a Elisabeth tirada aquel día después de que ella te defendió ante todos nosotros, a pesar de que ella se quedó a tu lado sabiendo lo que eres. Un estúpido mortífago. La abandonaste a su suerte, ¿sabes? Podrían haberla matado.

-Lo sé Weasley, y créeme que me arrepiento. Es mi mejor amiga y me importa tanto como a ti.

-¿Perdona? ¿Que te importa tanto como a mí? ¿Acaso tú te pasas las noches sin dormir temiendo que la encuentren? ¿Acaso tú tienes ataques de ansiedad por no poder comunicarte con ella porque si lo haces la pondrías en peligro?

-Sí Weasley, he sentido todo eso y más. No eres el único que tiene miedo, no sabes lo que es estar en esa maldita mansión rodeado de mortífagos escuchando día tras día planes para asesinarla y no poder hacer nada.

-¡Claro que podrías hacer algo pero eres un maldito cobarde!

-¿Por qué te crees que estoy aquí, Weasley? ¿Crees que habría arriesgado mi pellejo por nada? No, claro que no. Si se enteran de que he venido aquí a informaros estoy muerto.

-Si tanto querías ayudar, podrías haber avisado del ataque a la boda, ¿sabes que casi la matan imbécil?

-Quise avisar pero no sabía cómo.

-¡Mentira!

-Fred, cálmate, déjale que nos diga a lo que ha venido y se irá.- me dijo George mirando con cara de enfado a Malfoy.

-Está bien, qué quieres decirnos.

-Creo que les han localizado, un carroñero vino a la mansión diciendo que había olido un perfume extraño en un bosque y ahora tienen carroñeros por todos los bosques del país buscándoles. Están en peligro.

George y yo nos miramos bastante asustados por la información que nos había dado el hurón.

-¿Y qué pretendes que hagamos nosotros?

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora