Sirius...

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Narra Elisabeth:

Después de que Harry consiguiese desarmar a Lucius, Sirius decidió enfrentarse a él a solas y le lanzó un hechizo que le hizo estrellarse de lleno contra la pared del fondo. Yo observaba la escena aún tirada en el suelo cuando de repente escuché las palabras más temidas por cualquier mago.

-¡Avada Kedavra!- era la voz de Bellatrix

La maldición se clavó en el pecho de Sirius como si de mil puñales se tratase, en ese momento la sala entera enmudeció mientras un humo blanquecino absorbía a Sirius hacia dentro del pequeño arco que se encontraba en el centro de la sala. Todos los que estábamos allí nos habíamos quedado en shock, ninguno queríamos creer que Sirius estaba muerto, me giré hacia mi hermano en ese momento y el dolor que vi reflejado en sus ojos no se asemejaba a nada que hubiera visto jamás. Estaba a punto de levantarme para abrazar a Harry cuando mi padrino, Lupin, le agarró fuerte por la espalda mientras mi hermano se rompía a llorar. Harry empezó a chillar de una forma desgarradora, soltando todo el dolor que había dentro de él en ese momento parecía que se le saldrían las entrañas en cualquier momento. Ver a mi hermano así me rompía por dentro, Sirius, una de las pocas personas restantes de mi familia había muerto y mi hermano estaba sintiendo el dolor más horrible que un ser humano puede sentir, la pérdida de alguien querido. Las lágrimas empezaron a caer de mis ojos sin ningún control, no podía soportarlo más, ni si quiera podía levantarme, toda la fuerza de mi cuerpo había desaparecido por completo, estaba devastada. Cuando vi a Bellatrix salir de aquella sala con una sonrisa en el rostro la rabia me recorrió por dentro, y al parecer a mi hermano también. Tal fue así que ni siquiera los brazos de Lupin pudieron impedir que mi hermano saliese corriendo tras ella ante la perpleja mirada de todos los allí presentes.

-¡Crucio!- Harry acertó de pleno en el cuerpo de Bellatrix y ella se desplomó en el suelo.

 Yo corrí hacia ellos, conozco a mi hermano y sé que cuando le quitas algo preciado es capaz de cualquier cosa con tal de vengarse. Llegué a donde él estaba y pude ver a Bellatrix tirada en el suelo mirándole de una forma retadora y a mi hermano de pie frente a ella con la varita alzada, la rabia y la ira le inundaban los ojos y yo sabía que quería matarla. De repente la voz más desagradable jamás escuchada, la serpenteante voz de Lord Voldemort se escuchó por todo el ministerio.

-Tienes que desearlo Harry, ella lo ha matado, se lo merece.

Voldemort estaba tentando a Harry a matarla, repitió lo mismo una y otra vez hasta que la voz se convirtió en una figura real y en mitad de la sala apareció Voldemort quien sin ninguna dificultad le quitó la varita a Harry.

-Tan débil.- le susurró.

-Ha sido una imprudencia venir hasta aquí Tom, los aurores están en camino.- ¡Dumbledore! Dumbledore había venido, no podía contener la emoción aunque aún tenía mucho miedo, yo solo quería acercarme a Harry, abrazarle y salir de allí lo antes posible.

-Cuando los aurores lleguen, yo ya me habré ido y tú, estarás muerto.- amenazó Voldemort a Dumbledore.

Dumbledore apartó a Harry de un empujón y él cayó en mis brazos, yo le abracé fuerte llorando y él me devolvió el abrazo lo cual me hizo sentir mucho mejor, me miró directamente a los ojos y pude volver a sentir su protección, después los dos observamos con atención la lucha entre Albus y Voldemort.

Voldemort creó una enorme cobra de fuego que Dumbledore apagó rápidamente, pero Voldemort fue más fuerte y de un solo movimiento de varita rompió cada uno de los cristales del ministerio y los apuntó todos contra nosotros dispuesto a matarnos, pero Dumbledore fue más rápido y los convirtió en polvo antes de que pudieran siquiera rozarnos. En ese momento, Voldemort desapareció de allí y cuando ya pensé que habíamos ganado, Harry cayó al suelo.

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