Mellizos

La piedra filosofal

Narra Harry:

Es increíble, están pasando tantas cosas... Hermione, Ron y yo hemos descubierto que Snape fue el que intentó que me cayera de la escoba durante el partido de quidditch, también quiere conseguir la piedra filosofal que está escondida en el tercer piso y que la protege un perro de TRES cabezas que según Hagrid se llama fluffy, ¿A quien se le ocurre ese nombre para tal bestia? Solo a Hagrid... Además encontré una sala en la que había un espejo en el que me veía a mi junto a mi hermana con nuestros padres. Fue un momento genial, luego Dumbledore me explicó que ese era el espejo de Oesed que te mostraba lo que tú más deseabas. Estuvimos con Hagrid por la noche y este nos reveló muchas cosas, por culpa de Malfoy tuvimos que entrar al bosque prohíbido donde un extraño bebía la sangre de un unicornio e intentó atacarme, aunque por suerte no me pasó nada. Todo esto se lo he tenido que ocultar a mi hermana, no quiero meterla en rollos raros. Ahora he quedado con Hermione y con Ron para ir bajo la capa de invisibilidad al tercer piso y terminar de una vez por todas con esto.

- Ey Harry!- captó mi atención Elisabeth desde el otro lado del pasillo

- Elisabeth hablamos luego me tengo que ir.- le dije cortante

- HARRY tengo que hablar contigo, ya vale de que me ocultes las cosas

- Pero yo...

- ¿Qué está pasando?- yo no sabía qué contestarle.

- Elisabeth verás...- entonces decidí contarle todo lo que había estado pasando los últimos meses, no podía seguir ocultándoselo

- ¡Wow!- se sorprendió mi hermana

-Y ahora tengo que ir con Ron y Hermione

- Harry, voy con vosotros.- armada de valor se acercó a mí dispuesta a acompañarme.

-¿Qué? Estás loca, tú no vienes.

- ¡Ya vale Harry! Voy a ir y punto.

-Bueno...- no había nada que pudiera yo decir que la hiciera cambiar de opinión así que tuve que aceptar.

Fuimos a buscar a Hermione y Ron y cuando los encontramos nos pusimos la capa de invisibilidad y fuimos al tercer piso.

-¡Alohomora!- dijo Hermione en un simple susurro y la puerta se abrió.

Al otro lado estaba Fluffy y había un arpa sonando, por eso dormía Fluffy porque como nos dijo Hagrid cuando hay música se queda dormido.

- ¿Ese es Fluffy? ¡Es enorme!- dijo Elisabeth escandalizada.

-¡Shhh! No vaya a despertarse.- chistó Ron.

Nos acercamos más a él y apartamos la zarpa de la pequeña puerta que había debajo. La abrimos y había una larga caída.

-Iré yo primero.- me ofrecí yo de voluntario.

- No Harry podría ser peligroso- se opuso Elisabeth

- Por eso voy...

-Siento interrumpir vuestra discusión pero el arpa ha dejado de sonar.- musitó Hermione austada.

-Chicos?- dijo Ron aterrorizado mientras una baba viscosa le caía de la cabeza. Miramos hacia arriba y resultó que Fluffy se había despertado. De repente Elisabeth se tiró por la trampilla y aunque no me gustó lo que hizo, me tiré detrás de ella sin pensármelo, Hermione y Ron hicieron lo mismo. Caímos sobre una planta que parecía habernos salvado la vida hasta que de repente empezaron a salir ramas que nos atrapaban. Todos gritábamos aterrorizados.

- ¡Tenéis que relajaros!Es el lazo del diablo contra más nos movemos o entramos en pánico es más fácil matarnos.- soltó Hermione.

- Oh así sí que nos vamos a relajar Hermione- dijeron Ron y mi hermana sarcásticos.