Gringotts

282 14 1
                                    

Narra Elisabeth:

Habíamos pasado un par de días en El Refugio, Fleur había vuelto de estar con Tonks y entre ella y Bill curaban a Ollivanders y Griphook, el duende, ambos estaban bastante débiles aún. Harry estaba aún muy dolido con la muerte de Dobby, le había encontrado varias veces llorando de madrugada, yo siempre le ponía una manta por encima y me quedaba a su lado para que no se sintiera solo. 

Fred y yo solíamos pasar las mañanas juntos pues habíamos pasado mucho tiempo separados y queríamos recuperar ese tiempo.

-Oye Lizzie, ¿te apetece que hagamos hoy un picnic en la playa?- me preguntó Fred.

-Claro, deja que me vista y nos vamos. Ve preparando los sándwiches.

-Voy a ello, te espero abajo.

Me vestí rápidamente y después bajé a donde estaba Fred que ya tenía la cesta con la comida preparada. Los dos salimos de la casa y nos dirigimos a la playa en la que habíamos  aparecido unos días antes. Al elegir la ubicación perfecta, Fred extendió la manta que habíamos cogido y nos sentamos a comer.

-¿Cómo va Harry?- me preguntó

-Ayer volví a verle en la madrugada llorando, no está nada bien.

-Bueno Liz, supongo que es normal, entre lo de Dobby y que todo el peso de esta guerra está sobre vuestros hombros, lo sorprendente es que tú lo estés llevando así de bien.

-Créeme Fred, no lo estoy llevando nada bien. Me aterra perderos a alguno de los dos, a Remus o alguno de tus familiares.

-A mí también me aterra. Verás Lizzie, yo mientras estuviste fuera, estuve pensando, estuve muy mal y yo...

-No hace falta que me lo digas, me lo contó George.

-¡Maldito bocazas!- yo me reí ante su comentario.

-Fred, sé que lo has pasado muy mal este tiempo, y hasta que no se acabe esta pesadilla esto seguirá siendo así. Pero Fred, te amo y no voy a dejar de hacerlo ni a alejarme de ti aunque no estemos comprometidos.

-Yo solo quería asegurarme Lizzie, sé que es precipitado pero tengo muy claro que quiero que mi futuro sea a tu lado, y tenía mucho miedo de que te pasara algo.

-Lo entiendo Fred, pero no te preocupes Weasley, si quieres que sea algún día tu mujer haré el esfuerzo por serlo.- dije de broma.

-Ahora entiendo por qué eres una Slytherin, la arrogancia va contigo eh.

-Es lo que hay Weasley, así te gusto.

-En realidad te mueres de ganas por ser algún día mi esposa, Potter.

-Ya lo veremos Weasley.

Ambos nos habíamos ido acercando el uno al otro con cada frase hasta que por fin nos besamos. Tras el beso, nos comimos toda la comida entre chistes y caricias y un rato después volvimos a la casa. Al llegar, Harry me contó que Hermione, Ron y él habían estado hablando con Griphook y al parecer les había dicho que en la cámara de Gringotts de Bellatrix había una réplica exacta de la espada de Gryffindor y teníamos que entrar como fuera a la cámara porque era muy posible que hubiera un horrocrux allí. El duende se había ofrecido a ayudarnos pero a cambio debíamos de darle la verdadera espada de Gryffindor.

Harry también me dijo que habían estado hablando con Ollivanders sobre las varitas que nos habíamos llevado de la casa de los Malfoy, y teníamos en nuestra posesión nada más y nada menos que las de Bellatrix y Draco.

Un día más tarde Harry estaba decidido a que nos fuéramos a Gringotts para meternos en la cámara de Bellatrix. Antes de que comenzara nuestro plan, decidí ir a despedirme de los gemelos aunque no quería separarme de ellos de nuevo.

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora