maratón 2/6

964 52 14
                                        

Narra Elisabeth:

- ¿Qué me pasó?- les pregunté a mis amigos acostada en una de las camas de la enfermería.

- Harry y tú salvasteis a la hermana de Fleur.- me explicó Fred

-Y como solo podíais coger a uno.- le siguió George

-Las sirenas os atacaron.

-Y tú te quedaste inconsciente.

- Pero tu hermano también te salvó a ti.

- Y por vuestra gran valentía

-Dumbledore dijo que vosotros ganabais la prueba.- concluyó Fred

- Wow , entonces vamos segundos detrás de Cedric.- les dije sorprendida

-Sip.- asintió Harry.

- Y ahora una pregunta ¿por qué Dumbledore me llevó a mi?- me preguntó Fred

- mmm pues no lo sé... Eh tengo sueño así que os tenéis que ir.

        Unas horas más tarde en el despacho de Dumbledore.

- Dumbledore- llamé la atención del profesor

-¿Sí Elisabeth?

-¿Por qué llevó a Fred al lago y no a Draco?- le pregunté curiosa, realmente tenía la duda pues Draco era mi amigo y Fred, bueno Fred seguía solo en mi imaginación.

- Yo solo hice lo que tu corazón me pidió, Elisabeth

-Quiere decir que mi corazón elige a Fred.

- El corazón no elige señorita Elisabeth, el corazón solo aclara las ideas de la mente.

-Muchas gracias profesor Dumbledore.- le agradecí con una sonrisa.

Tengo que hablar con Neville rápido.

-¡Neville!- le encontré en uno de los pasillos perdido

-Hola Elisabeth,  ¿Qué pasa?

-Tengo que contarte algo.

-Dime.

-Lo que te voy a contar ahora es muy personal Neville, solo hay una persona más que lo sabe.

-Dime Elisabeth, yo no cuento nada

-Está bien, estoy enamorada de Fred, por eso fue él el que estaba en la prueba del lago, es mi tesoro. El problema es que él no lo sabe.

-Y cómo se lo vas a decir a Fred.- me preguntó mi amigo.

- No sé si debo decírselo Neville, porque y si él no me ve así. Quizá a él le gusta Angelina.

-Mira Elisabeth, yo seré tonto y todo lo que tu quieras.

- No eres tonto...

- Pero el caso es que a Fred se le nota en la forma en que te mira, cómo te habla y las bromas que hacéis juntos. Él está enamorado de ti Elisabeth, pero no se quiere dar cuenta porque según él es el ligón de los dos gemelos, dice que todas las chicas se mueren por él pero por dentro sabe que la única chica que realmente le importa eres tú.- nunca había escuchado a Neville hablar de esa forma y me enterneció.

- No lo sé, se le veía tan emocionado con Angelina en el baile...- le dije dudosa

-Solo dale tiempo y se dará cuenta él solito Elisabeth, créeme.

-Gracias Neville, eres el mejor.

-Para eso estoy Elisabeth. Por cierto ¿Sabes ya dónde será la próxima prueba?

- No la verdad es que no.

Pasaron los meses y yo seguía sin decirle nada a Fred de cómo me sentía por él, pero mis sentimientos no habían dejado de crecer. LLegó el día de la última prueba, al parecer habían convertido el campo de quidditch en un enorme laberinto.

- Campeones-dijo Dumbledore haciendo un corro con todos nosotros-iréis entrando al laberinto por orden de clasificación, Cedric tú entrarás el primero seguido de Harry y Elisabeth, luego irá Viktor y por último la señorita Fleur. Pero tened cuidado, dentro del laberinto podríais perderos a vosotros mismos.

Sonó el cañón y Cedric se metió, justo detrás de él se cerró el laberinto, eso me hizo dar un brinco. Era nuestro turno, me agarré fuerte de la mano de Harry y entramos al laberinto con las varitas en la mano y en posición para atacar. Comenzamos a andar y de repente escuchamos un grito, corrimos allí y Fleur estaba tirada en el suelo aterrorizada, en frente de ella estaba Krum con mirada asesina, le miramos y salió corriendo. A Fleur se la comió una de las plantas de la pared. Harry echó al cielo los fuegos rojos para que vinieran a por Fleur y continuamos nuestro camino. Al rato nos encontramos con Cedric y Krum, Viktor intentó derribarnos a los tres pero no lo consiguió. Ya solo quedábamos Cedric, Harry y yo. Seguimos andando un rato más hasta que encontramos la copa, nos miramos entre los tres y comenzamos a correr, de repente Cedric tropezó y las plantas le agarraron.

-Chicos, por favor ¡Ayuda!- nos suplicaba Cedric.

No sabíamos qué hacer pero al final dimos la vuelta y le sacamos de allí.

-Por un momento pensé que me dejaríais ahí.- nos confesó Cedric

- Por un momento yo también lo pensé.- afirmó Harry

-Chicos ¿ahora qué hacemos?- pregunté yo preocupada

- Cogedla vosotros, os la merecéis.- nos ofreció Cedric

-Pero Cedric...

-Tengo una idea, la tocaremos los tres a la vez.- dijo Harry  convencido.

-Está bien, uno...- empezó a contar Cedric

-Dos...- continué yo

- Y tres.

Agarramos la copa y de un momento a otro aparecimos en un cementerio.

-No... no puede ser- dijo Harry asustado

-¿Qué pasa Harry?- preguntó Cedric

- Es el cementerio con el que he estado soñando mucho tiempo...- dije yo

- ¿Tú también Elisabeth?

- Sí...

- ¿Qué está pasando? ¿Qué es este sitio? Chicos...- Cedric no entendía nada de lo que estaba ocurriendo.

-¡AAAAHHH! ¡CORRED!

-¡SOCORRRO, SUÉLTAME! ¡CORRE CEDRIC CORRE! ¡LA COPA ES UN TRASLADOR VETE Y PIDE AYUDA!- grité mientras alguien me sujetaba

- Mátalo.- dijo una voz que no distinguí.

-¡AVADA KEDAVRA!

-¡NOOOOOOO!- chillamos Harry y yo a la vez.

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora