Mellizos

T.I.M.O.S

Narra Harry:

Salí del castigo de Umbridge y vi a Cho, me dolió mucho lo que nos había hecho, había delatado a sus propios amigos y aún más me dolió saber que lo había hecho después de habernos besado. Me sentía realmente traicionado y no solo por lo que yo sentía por ella sino por todo el Ejército de Dumbledore, no quería ni verla.

Me fui con Ron y Hermione al puente, ellos estaban intentando echarse la culpa pero yo sabía que todo había sido culpa mía, yo tenía que seguir solo con todo, no podía dejar que mis amigos pagaran por mi culpa. Y en ese momento apareció Hagrid, parecía que tenía algo que contarnos se veía muy nervioso. Nos llevó al bosque prohibido y pudimos ver que los centauros estaban realmente alterados y el bosque parecía tener un ambiente de tensión constante que me ponía los pelos de punta.

-¿Qué estamos haciendo aquí?- preguntó Hermione.

-Tengo algo que enseñaros.

Entonces llegamos a un sitio en el que había un gigante atado a un árbol, los tres dimos un salto y nos alejamos lo que pudimos.

-¡Grawpie! Te he traído compañía- canturreó Hagrid dirigiéndose al gigante.

El gigante como era de esperarse se acercó hacia nosotros de una forma muy brusca.

-No podía dejarle sin más porque es mi hermano, bueno, medio hermano-aclaró Hagrid- es completamente inofensivo.

De repente, el gigante cogió a Hermione y Ron y yo nos asustamos temiendo lo peor pero Hermione supo hacer que el gigante la bajara, simplemente como si se tratase de una madre regañando a su hijo, si Elisabeth estuviese aquí se habría reído de la forma de hablar de Hermione. El gigante sacó un manillar de bicicleta y tocó el timbre de ésta a modo de juego, después se lo dio a Hermione pidiendo que ella hiciera lo mismo, Hermione le siguió el juego de forma tímida y de una forma u otra se creó un vínculo extraño entre el gigante y nuestra amiga. Después de eso, Hagrid nos pidió por favor que cuidásemos de él, se notaba que le importaba bastante el gigante.

Por desgracia, todo esto logró verlo Snape al meterse en mi mente en una de las clases que me está dando para conseguir que el señor tenebroso no se meta en mi cabeza. En la misma sesión, Snape llegó a enfadarme tanto que me metí yo en su cabeza, lo malo es que lo que descubrí no fue nada bueno, mi padre y sus amigos se metían con él, la verdad es que me decepcionó mucho.

Narra Elisabeth:

Tras el horrible castigo de Umbridge, yo me fui un rato a solas con Fred, ya que no solíamos tener muchos momentos para estar en pareja.

-¿Te duele mucho?-me preguntó bastante preocupado

-No, tranquilo. Pero lo que sí me gustaría es estrangular a ese maldito sapo rosa que no la soporto más.

-Lo sé, lo sé, a mí también me gustaría. Ojalá Dumbledore estuviera aquí y viera lo que esa mujer le está haciendo a Hogwarts.

-La verdad es que sí, pero decidió defendernos y echarse la culpa.

Esto último lo dije en un tono bastante triste y Fred cogió mi mano y me dio un tierno beso en el lugar donde se encontraba la herida del castigo.

-¿Sabes Freddie?

-Dime Lizzie

-Eres todo un blandengue en realidad.-le dije en tono burlesco.

-¿Perdona?, creo que te equivocas señorita yo soy el más macho de todos los hombres del lugar.-dijo soltando mi mano y haciendo que sacaba músculo con los brazos para parecer más duro.