Mansión Malfoy

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Narra Elisabeth:

Bellatrix había dejado a Draco a cargo de mí, él me tenía sujeta del cuello y me apuntaba con su varita pero podía notar cómo temblaba detrás de mí. Draco estaba casi más asustado que yo. Bellatrix tiró al suelo a Hermione y se colocó encima de ella amenazándola con la varita.

-Esa espada debería estar en mi cámara de Gringotts, qué más habéis cogido tus amiguitos y tú

Ante la presión de Bellatrix Hermione se echó a llorar.

-Por favor, no he cogido nada.- sollozaba ella.

-No te creo.

Bellatrix le levantó la manga del brazo y empezó a hacer cortes en forma de letras en el brazo de mi amiga. Ella gritaba de dolor, sus gritos eran desgarradores, casi podía sentir su dolor a través de sus gritos.

-¡Para! ¡Déjala en paz!- grité yo desesperada.

-No te preocupes bonita, ahora voy contigo.

Siguió cortando el brazo de Hermione hasta que se podía leer claramente "Sangre sucia" en el antebrazo. La dejó tirada en el suelo y después se acercó hacia mí.

-Bien, si tu amiga no me dice qué más habéis cogido, me lo dirás tú. Draco, te dejo que hagas tú el trabajo, sácale la información.

Draco estaba asustado pero bajo la atenta mirada de toda su familia siguió los pasos que le había indicado Bellatrix. Me tiró al suelo con los brazos extendidos hacia los lados, con una mano me sujetaba el pecho para que no pudiera moverme y con la otra me apuntaba con la varita. Me miró y me susurró lo mucho que sentía tener que hacerlo, él no quería hacerme daño.

-¡Vamos Draco! ¡Como tú sabes!- alentó Bellatrix

-Elisabeth, no quiero hacerte daño.- me susurró al oído para que nadie más lo escuchara.

-Draco, hazlo. Si no lo haces te torturarán a ti.- dije de la misma manera en la que él lo había hecho.

-No puedo Liz, no puedo hacerte daño.

-Ey, yo sé que tú no eres así.

-Te abandoné.

-Eso no importa ahora, no tenías elección. Draco, hazlo o empezarán a sospechar.

-Vamos Draco, no tenemos todo el día.- escuché decir a Lucius.

-Hazlo.

Draco se levantó un poco aún apuntándome con su varita, le temblaba la mano pero al final lo hizo.

-¡Eres una mentirosa! ¡Crucio!- al decirlo le tembló la voz y a mí me llegó un dolor ya familiar, intenté no gritar para que él no se sintiera peor de lo que ya se sentía por hacer lo que estaba haciendo.

-Escríbele algo en el brazo Draco

Él me miró horrorizado y yo asentí disimuladamente como si estuviera dándole permiso para cortarme el brazo como había hecho Bellatrix con Hermione.

-¿Qué la pongo?- tartamudeó él.

-¡Mentirosa!- gritó Bellatrix como respuesta.

Draco levantó mi manga y comenzó a cortar letra a letra en mi antebrazo, el dolor era insoportable y las lágrimas no paraban de salir de mis ojos al igual que los gritos de mi garganta, esta vez no pude evitarlo. Pude ver que Draco también estaba llorando, pero por desgracia era él o yo y no permitiría que torturaran a mi mejor amigo, él tenía que hacerles pensar que estaba de su parte.

Cuando Draco terminó la palabra, Bellatrix me arrastró por el suelo al lado de donde estaba Hermione. Cuando me dejó al lado de Hermione, a pesar del dolor de mi brazo, la agarré de la mano para tratar de tranquilizarla.

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