2 de Mayo de 1998 (III)

430 16 0
                                    

Narra Fred:

-¿Nos vemos mañana verdad?

-Nos vemos mañana Lizzie, te lo prometo.

Tras despedirme de Elisabeth en el Gran Comedor, Lupin nos mandó a mí y a George a proteger los pasadizos secretos de Hogwarts así que George y yo fuimos corriendo hacia allí. Antes de separarnos e ir cada uno hacia un pasadizo distinto, George me cogió del brazo y me frenó.

-¿Estás bien Freddie?- me preguntó.

-Estoy bien Georgie.

-¿Crees que ganaremos?

-Te apuesto 10 galeones a que sí ganamos.

-Vamos Fred es serio.

-Por supuesto que ganaremos George, yo no apuesto 10 galeones por nada. Mañana volveremos todos juntos a la madriguera y tú me deberás 10 galeones.

-Acepto la apuesta.

George y yo nos abrazamos y cada uno nos fuimos hacia un lado distinto, se escuchaban gritos por todos lados y las protecciones de Hogwarts estaban a punto de romperse. En el tiempo que pasó hasta que entraron los primeros mortífagos, llegó Percy y se puso a mi lado para empezar a luchar juntos. Dos mortífagos encapuchados se batieron en duelo con nosotros pero a uno de ellos se le resbaló la capucha dejando ver su rostro, era el Ministro de Magia, Pius Thicknesse.

-¡Hola Ministro! ¿He mencionado que renuncio?

-¡Estás bromeando Percy! En realidad es una broma, no creo que te haya oído bromear desde que tenías...

Escuché una explosión muy fuerte y sentí un gran golpe en la cabeza justo antes de que todo se volviera negro.

De repente noté cómo caían unas lágrimas sobre mi cabeza y noté que la herida que me había dejado inconsciente se cerraba, sin embargo no podía moverme ni escuchar nada, estaba atrapado en mi propio cuerpo. Un tiempo después, empecé a oír voces y distinguí las de mis hermanos Percy y George.

-No puedo creer que bromearas.- dijo George con un tono de voz que no le había escuchado nunca, le temblaba la voz, estaba llorando.

-Fue justo antes de la explosión, yo no pude evitarlo George, no pude. - Percy se echó a llorar también y entonces entendí lo que había pasado. Había muerto, pero entonces, ¿cómo podía estar escuchándoles? ¿Qué estaba pasando?

Intenté tomar control sobre mi cuerpo y para mi sorpresa pude mover los dedos, pero ninguno de mis dos hermanos se dio cuenta así que intenté abrir los ojos y aunque me costó un poco lo conseguí. Intenté esta vez levantar mi cuerpo del suelo pero pesaba demasiado y todavía no se habían dado cuenta que que estaba despierto así que decidí hablar para que notaran mi presencia.

-Oye, podríais parar de llorar y ayudarme a levantarme.

-¡Fred!- exclamó Percy.

-P..pero estabas

-Muerto sí. Ayudadme a levantarme y averiguamos cómo ha pasado esto.

Los dos se acercaron a mí aún sin creer que realmente estaba vivo, con dificultad consiguieron levantarme del suelo y me fijé en que a mi alrededor había un montón de cuerpos tirados. En el Gran Comedor también estaba la señora Pomfrey así que decidí ir a preguntarle a ella con George y Percy a mis espaldas.

-Señora Pomfrey.

-¡Por Merlín chico tú estabas...

-Muerto, sí lo sé.

-Queríamos saber si usted sabe cómo ha podido...- George aún no se lo creía del todo, estaba en shock y era incapaz de pronunciar la palabra "resucitado".

-Eso solo pueden hacerlo los magos más brillantes y siempre y cuando la causa de la muerte no haya sido una maldición. ¿Qué fue lo que ocurrió?

-Hubo una explosión y algo me golpeó la cabeza.

-Entonces la herida realmente no fue por una maldición.

-No.

-Hay otra posibilidad.- dijo la señora Pomfrey

-¿Cuál?- preguntamos los tres a la vez.

-Lágrimas de fénix.

-Pero no había ningún fénix- dijo Percy.

-Fred, ¿recuerdas cómo Elisabeth curó a aquel niño tras el castigo de Umbridge?

-¡Cierto!

-Ella al verte lloró, y sus lágrimas han debido de curarte la herida.

-Ahí tenéis la respuesta.- dijo la señora Pomfrey y se fue a seguir atendiendo a heridos. Percy y George me miraron aún con lágrimas en los ojos y se abalanzaron sobre mí para abrazarme.

-¡No vuelvas a asustarnos así!- dijo George.

-Verás cuando se lo digamos a los demás.

-Por cierto, ¿dónde están los demás?

-Mamá y Ginny no soportaban verte ahí tirado así que papá, Charlie y Bill se las han llevado a otro sitio. Ron y Hermione creo que están buscando a Harry y bueno...

-¿Y Elisabeth?- Percy y George se miraron como si tuvieran miedo de darme una respuesta

-Verás...

-Qué ha pasado, dime que no ha hecho ninguna tontería.

-Elisabeth ha ido a entregarse al bosque.

-¿Qué?

-Ella estaba fatal Fred, quería vengarte.

-¿Y la habéis dejado?

-Nadie pudo evitarlo Fred, ella salió corriendo.

-No, no, no. No puede estar pasando. Tenemos que encontrar a los demás.

-Fred, acabas de volver a la vida, deberías descansar.- dijo Percy.

-¿Y dejar a Elisabeth morir? No lo estarás diciendo en serio.

-Estoy con Fred en esto.- me respaldó mi gemelo- tenemos que hacer algo.

En ese momento llegaron Bill, Charlie, Ginny, Ron, Hermione y nuestros padres. Todos parecían destrozados, mi madre no levantaba la cabeza, Ginny estaba abrazada a Bill y Hermione a Ron. En ese momento Ron levantó la cabeza y se cruzó con mi mirada haciendo que se asustara.

-¿Fred? No puede ser. ¡Estás vivo!- Ante las palabras de Ron, todos levantaron la cabeza y mi madre corrió hacia mí.

-Hijo, estás vivo. Por Merlín, estás aquí.- no paraba de tocarme la cara para asegurarse de que era totalmente real.

La siguiente en abrazarme fue Ginny y así uno a uno cada miembro de mi familia me abrazó. Todos ellos estaban sorprendidos y aún no se lo creían del todo.

-¿Pero cómo?- preguntó mi padre.

-Larga historia.- dijo Percy.

-Eso ahora no importa, debemos encontrar a Elisabeth.

-Fred, tanto Elisabeth como Harry fueron al bosque, se han entregado.

-¿Qué? ¿Los dos? No puede ser.

-Harry nos dijo que había que matar a la serpiente.- dijo Ron.

-Y solo quedaría Quien Vosotros Sabéis.- continuó Hermione.

-Y qué hay de Elisabeth y Harry.- pregunté temiendo la respuesta.

-Harry no nos contó mucho, pero por lo poco que nos dijo probablemente tengan que morir.

-¡No! Tenemos que hacer algo.

Justo en ese momento escuchamos que había mucho ruido fuera y salimos junto a muchos de los supervivientes de la batalla. Por el gran puente que llegaba a la entrada de Hogwarts aparecieron Voldemort y los mortífagos. Hagrid venía encadenado y en sus brazos traía un cuerpo. Al lado de Hagrid estaba Elisabeth sujetada por Bellatrix y no paraba de llorar.

MellizosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora