15.
Intentar.
Miro en silencio desde mi posición, sentada en el sofá, como ambos hermanos se dan miraditas desde cada extremo del salón hasta volver a verme a mí y volver a hacerlo.
Frente a mi aún se encuentra la tasa humeante que Dulce amablemente me hizo antes de salir con su marido e hijo a recorrer la propiedad de la manada Price. Quiero tomarla y beber algo que calme mis ansias, más aún cuando el letargo silencio que me rodea me pone más nerviosa, pero a la vez me niego a moverme y hacer más evidente el leve temblor de mis manos a causa de tanta tensión.
En el momento en que todo sucedió, miles de cosas pasaron por mi mente y a causa de ellas, muchísimas de colaron a mis pensamientos, por lo tanto, en su momento, me parecieron las más adecuadas y exactas, pero ahora a solas con ellos dos, todo lo que mi mente me aconsejaba parecía idiota.
Pero bueno, después de todo lo que había escuchado, no tenía absolutamente nada para perder.
—¿Vamos a hablar? —quise que mi pregunta saliera con naturalidad, y estaba casi muy orgullosa de haberlo conseguido.
Gracias a todo lo bueno no fui completamente ignorada y como si esas palabras fueran todo lo necesario, ambos mecánicamente iguales, se sentaron al mismo tiempo en el sofá grande de enfrente.
—Lynette, sobre lo que escuchaste, no es lo que crees...
—¿Lo que creo? —interrumpo el discurso de Isaiah—. ¿Qué acaso no me quieren en sus vidas y solo hicieron todo esto por sentir culpa? —pregunto—. No deberían sentirse mal, los destinos están prohibidos. Era lo indicado que se alejaran.
—Lo era—coinciden ambos al mismo instante.
—Pero no lo hicieron—señalo—. Se quedaron, me siguieron, se metieron y mirarnos ahora.
—Haremos esto, porque queremos verte bien—murmura Isaac viéndome.
—Lo cierto es que nunca estaré bien—digo mirando a la taza sobre la pequeña mesa que nos divide—. Lo dije en su momento, estoy muy perdida y no logro encontrar una salida a todo esto. Me han sacado del único lugar que conocía y para mal o bien, ahí pertenecía. Creo que la verdadera razón por la vine hasta aquí, la saben, inconscientemente confió en ustedes y con el paso del tiempo, deseare acercarme a ustedes—termino.
—Cuando todo esto termine, podrás hacer lo que desees.
—¿Y si no deseo nada? ¿Y si hacen todo esto en vano?
—Mierda—masculla Isaiah y al segundo se levanta—. No lo haremos en vano. Será por tu vida, por tu libertad. Podrás elegir.
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Suya
WerewolfLo curioso de esta vida, es que suele darte tanto como te quita. Para Lynette la vida le ha quitado todo y mucho mas, sola, sin familia, sin hogar y a la espera de su final, la joven hibrida esta mas que dispuesta a abrazar su muerte e ir con su dio...