38.
Mujeres.
—Esto es intimidante—susurro sin dejar de ver la entrada, como avanzan varias mujeres en dirección a la sala, varios rostro bonitos y diferentes pasan con seguridad y yo estoy que tiemblo a su presencia.
—¿Intimidante? —ríe Dulce—. Si hasta me llevas ventaja—la miro curiosa—. Tu al menos llevas sangre cambiante en tu cuerpo y conoces en su mayoría sus costumbres, yo tuve que aprender todo eso de cero y con un niño exigiendo mi atención todo el tiempo.
Dulce abandona mi lado adentrándose a la sala y saludando a varias mujeres en su camino, no puedo evitar verla con respeto, definitivamente no lo había tenido nada fácil.
Retuerzo mis dedos entre mis manos cuando el reloj marca las cuatro de la tarde y la puerta es cerrada, señal de que todas las que tenían que venir ya están aquí. Las reuniones de mujeres eran exclusivas y todo lo que se hablaba aquí no salía a otros oídos.
Normalmente en una familia numerosa la más "vieja" es quien se presenta, junto al primer primogénito femenino de la última línea sanguínea. Era obligación la presencia de ellas, para pasar el mensaje al resto de las mujeres del hogar. Usualmente las más jóvenes quedaban en casa cuidando niños de su familia, o de otras que no tenían quien los cuidase.
También podrían venir todas las mujeres "maduras" que estaban en la familia, es decir aquellas que ya había formado un hogar y querrían acompañar a sus representantes. Así que estaba segura que hoy no había faltado nadie.
Quiero ser como esas aves que cavan un poso y se entierran en él, creo, cuando Dulce se centra en mí y me hace señas para que me acerque. Mientras avanzo en su dirección los murmullos de conversaciones van terminando haya un silencio. Los grandes sofás y sillas que trajimos a la sala están ocupadas por muchas mujeres.
Dulce me sonríe apenas llego a su lado, antes de mirar al frente, quería su maldita seguridad.
—Bueno chicas, creo que todas ya saben para que nos reunimos hoy—miro al frente—. Ya saben quién es, pero para hacerlo formalmente, les presento a Lynette, quien se ha unido a Isaiah e Isaac y quien, a partir de hoy, pasara a tomar el lugar que Myriam presentaba en esta manada—les doy un intento de sonrisa cuando me registran de pies a cabeza—. Espero le den la bienvenida y puedan llegar a conocerse, aunque estas no son las mejores circunstancias en la que nos gustaría haber hecho esto, era necesario. Nuestra familia no está pasando por su mejor momento y en situaciones así, debemos estar más unidos que nunca.
El hecho de que varias cabezas empiezan a asentir me calma un poco los nervios. Siento el brazo de Dulce rodear el mío antes de que nos adentremos entre ellas. Una a una va presentándose e intenta entablar alguna conversación con ella, mientras Dulce me ayuda distrayendo a las demás. Todas ellas madres, hijas, hermanas, esposas, todas ellas esta noche viajarían rumbo a otra manada a proteger a los más indefensos de todos. Los niños.
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Suya
WerewolfLo curioso de esta vida, es que suele darte tanto como te quita. Para Lynette la vida le ha quitado todo y mucho mas, sola, sin familia, sin hogar y a la espera de su final, la joven hibrida esta mas que dispuesta a abrazar su muerte e ir con su dio...